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CARTAS DE LECTORES

Nacimiento del Morocho del Abasto
Con todo respeto me permito manifestarle que disiento totalmente con el enfoque dado por usted al artículo: “Made in T”. Lo hago sin mala leche, solamente llevado por el sentimiento de quien conociendo algo de la vida de Carlos, no entiende como se pueden dudar ante dos pretendidas situaciones, una perfectamente documentada y otro producto del alocado decir de intereses que nada tienen que ver con nuestro Zorzal.
     Ustedes que son del Abasto, deberían complementar su "bibliografía", leyendo el libro de Rodolfo Omar Zatti Gardel en el Abasto.
   Se lo comenta quien, si bien nunca vivió en ese barrio, bebió en sus ancestros que sí lo hicieron (mi madre nació casi frente al mercado) y se preocupó por leer mucho más sobre Carlos.
No quito a nadie el derecho de pensar distinto, lo que no justifico es la dualidad. Se es o no se es.
    El maestro Juan Carlos Esteban ha determinado claramente con pruebas irrefutables, el Punto final, de esta historia, pero si usted no desea compartirla no lo mencione, ni compare con la sarta de disparates lanzados por quienes nos quieren vender un Gardel uruguayo.
    Resaltemos sí que Carlos por sobre todas las cosas fue un porteño, hecho y derecho, que amó a su barrio y a su ciudad y que nunca mostró "saudades" por la tierra oriental.
    Los avatares de una época lo llevaron a tomar decisiones de las cuales nunca pudo luego zafar, que determinaron oficialmente exhibir un origen fraguado y que él se encargó de dejar bien sentado, al redactar con su mano derecha y firmarlo a la vez, el testamento ológrafo, que se vio obligado a confeccionar para dejar bien en claro su origen.
    En el momento solemne de decidir nuestra última voluntad, no existen jugarretas posibles. Solamente el corazón dicta las palabras exactas que hacen a la verdadera personalidad de un ser.
    Pregunto yo ¿Si no le creemos a Gardel, para qué seguimos hablando de él? Escuchémoslo en silencio y todo el mundo en paz. ¿No le parece?
José Pedro Aresi

Estimado José Pedro Aresi.
Si bien comienza su nota aclarando que no nos escribe de “mala leche” pronto pone, con un tono despectivo que “Ustedes que son del Abasto, deberían complementar su ´bibliografía´, leyendo el libro de Rodolfo Omar Zatti Gardel en el Abasto”. Le aclaro que en la nota con la que Ud. pretende no coincidir apenas mencionamos un par de libros como intento de sintetizar un debate largo y con mucha bibliografía. Conocemos el libro que Ud. menciona y unos cuantos más sobre Gardel.
    Según dice no le quita a nadie el derecho de pensar distinto, pero nos confunde al exigir una postura: “lo que no justifico es la dualidad. Se es o no se es”. Y más adelante sobre textos de Juan Carlos Esteban “si usted no desea compartirla no lo mencione”. ¿Se es qué? cabría preguntarse. ¿Defensor de una u otra teoría, sin aceptar el desafío de un debate? Ante un vociferador que sigue una teoría a ciegas preferimos un crítico que molesta mostrando los cabos sueltos. Por eso mencionamos ambas teorías, y es más, en el mismo número podrá disfrutar de textos de defensores de ambas teorías.
    Nos alegra que escriba cuestionando esta nota, porque nos permite explicar como pensamos. Sin embargo, llama la atención que critique justo este artículo, porque ahí intentamos la salomónica misión de presentar, a modo de introducción, ambas posturas, con sus huecos y debacles, con el simple fin de presentar una síntesis de la mencionada problemática.
    Ud. da por sentado que la teoría toulousense es la correcta al contar con su testamente holográfico, porque sostiene que “En el momento solemne de decidir nuestra última voluntad, no existen jugarretas posibles. Solamente el corazón dicta las palabras exactas que hacen a la verdadera personalidad de un ser”. Sin embargo, en la nota en cuestión no ocultamos dicho testamento.      Por otro lado pareciera Ud. desconocer cuantas cosas pueden llegar a fraguarse hasta con las más nobles causas. Ud. sostiene que hay que creerle a Carlitos. Y es justamente lo que hacemos al escuchar todas las campanas, resonancias de sus propias locuciones y documentaciones. Creemos que seguir únicamente la corriente de la teoría oficial, sin presentar siquiera otras posibilidades, sería no escuchar a Carlos Gardel. Porque no creemos en la visión evangelizadora del periodismo. Más bien, todo lo contrario: pretendemos dar opiniones incluso contrapuestas, visiones diversas, miradas diferentes, críticas, alternativas, siempre con la intención de que el lector se anime a utilizar su propio cerebro y pensar por sí mismo. Red.


Promoción caduca
Fui a depilarme al instituto "Silvia Olazábal" que en vuestra página publicitan con 5% de descuento. En el lugar no me lo quisieron hacer, yo tenía impreso el cupón, explicándome que ellos no tenían nada que ver con esta promoción. Quisiera una respuesta al respecto ya que me gustaría saber quien es responsable. Muchas gracias.
Silvina Winter

Esa promoción caducó y veo dos errores por los que pido disculpas. El original no tiene fecha y no la bajamos de todos los lugares del sitio -ni habíamos modificado el cupón- como creímos haber hecho. Espero sepa disculparnos. Red.


 

Revista El Abasto, n° 103, octubre, 2008.

 

 
 


 

 

 

 

 

 

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