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Entrevista al juez federal Claudio Bonadío, vecino de Belgrano, que nos cuenta sobre la causa contra De La Rúa, además de incursionar en temas puntuales de derecho desmintiendo dichos que son vox populi...

Terror de expresidentes

El juez federal Claudio Bonadío acaba de disponer un embargo al expresidente De La Rúa -por 20 millones, responsabilizándolo por el 19/20 de diciembre del 2001. La jueza María Servini de Cubría había dejado el caso alegando un «estado de violencia moral insalvable» generado por los «embates» de los defensores de dos de los acusados en el expediente, antiguos referentes de la Policía Federal: el ex jefe de la fuerza Rubén Santos y el ex superintendente de Investigaciones Jorge Palacios.
Por lo que le preguntamos sobre el caso De La Rúa:
“Lo agarré en julio de este año y ya sacamos esta resolución donde la Cámara confirma la imputación dentro de la causa. Estaría en condiciones de ser llevado a juicio. No solamente al expresidente De La Rua, sino que también a toda la cadena de mando de la Policía Federal y a los funcionarios políticos, que eran el secretario general y De La Rua porque el ministro del Interior en ese momento falleció. Tienen tipo culposo, esto es que han faltado a su deber de cuidado. Esto es que estaban en condiciones de evitar que sucedan estos resultados, las muertes y las lesiones. No se los acusa de ser los autores materiales. Es similar a lo que podría pasarle a, digamos, una maestra de un jardín de infantes que se va a fumar un cigarrillo afuera y deja la clase descuidada y un compañerito lastima a otro.”

¿Qué visión te merece la justicia actual, hoy y aquí? Eladia Blázquez tiene un tango “Argentina Primer Mundo” donde entre otras cosas dice: “Hay un juez que se hace el burro y también un burro al que hacen juez”. ¿Qué opinión le merece eso?
“Mi reflexión es que los argentinos en algún punto somos hipócritas, porque ponemos en los demás muchas veces cosas que son producto de la propia naturaleza de la sociedad argentina. Creo que la justicia que hay en la Argentina es un emergente de la propia sociedad. No puede ser mejor. Hay mucha gente que trabaja seriamente y con mucho talento, otros que trabajan de manera mucho más laxa, mucho más chanta.
     ”En realidad la cuestión de la corrupción tiene que ver con un ser argentino, por ejemplo, cuando pasás la luz roja y ponés el billete en el registro para que no te hagan la multa. Recuerdo que ante mi primer pasaporte, en el Departamento Central de Policía; había tres filas: la de la gente común, la de los recomendados y la de los muy recomendados. Creéme o no, la fila de los recomendados era más larga que la de la gente común. La gente común era de los que no tenían ningún comisario amigo que le diera una tarjeta. Y si vos te ponías ahí llegabas antes.”

Personalmente tenés buena fama, porque hasta uno de los abogados defensores de De La Rúa dice que confía en tu criterio por ser un tipo recto…
“Trato de hacer como el dicho de la mujer del César: “ser y parecer”. Como decía Sartre: “El infierno son los ojos de los demás”. No es que me obsesione mi imagen, ni el qué dirán, posiblemente si me obsesionara jamás habría firmado lo que firmé. En este tipo de causas siempre es más fácil hacer la plancha y que pase el tiempo así los zapallos se acomodan solos que venir, escribir algo y firmarlo. Una vez que lo firmaste esto no vuelve atrás.”

También tuviste causas con militares…
“Tuve una causa en la cual termino metiendo preso a casi cuarenta oficiales, incluido al expresidente Galtieri. Tuve la primera causa que se investigó porque en realidad la causa grande de la ESMA estaba cerrada. Entonces, esa primera causa que se investiga en el tema de la ESMA es porque le roban a un grupo de mendocinos unas hectáreas en las afuera de Mendoza que se llama Chacras de Coria. Desapoderan a los dueños de dichas tierras, y por eso procesamos y detuvimos a la cúpula de la ESMA, a mediados del año 2001
”La causa de Galtieri es la que se conoce como la segunda contraofensiva de montoneros, que es un grupo que entra a la Argentina en febrero de 1980, 12 o 13 personas, que son secuestradas en el curso de una semana, con lo cual da toda la impresión de que la Inteligencia argentina estaba al tanto y los cazaron a medida que iban llegando. Por eso ahí también lo detuvimos a Suárez Mason.”

Y con el tema de la AMIA, ¿cuál fue el inconveniente?
“En este caso tuve un problema. No tuve técnicamente la investigación del atentado, sino de una serie de denuncias que hicieron las querellas por supuestas irregularidades, que después se comprobaron, en la investigación. O sea, yo estaba investigando irregularidades de la investigación.
   ”A mí me separan de la causa. Porque en realidad lo que se supone es que en la investigación, cuando se hace el juicio de la AMIA, se extrae testimonio sobre una serie de funcionarios, entre los cuales se incluye a Carlos Corach, y la Cámara dice que yo en realidad tendría que haberme apartado porque fui subsecretario de Asuntos Legales cuando él era el secretario Legal y Técnico. Pero bueno, ya está; en este sentido hay un fiscal que ironiza diciendo: que el derecho es lo que el último tribunal dice que es.”

¿Cuáles son tus intereses personales, o sea mas allá de ser juez, tenés algún hobby?
“Leo mucho, de cualquier cosa. En mi biblioteca podés encontrar las cosas más insólitas. Desde literatura, historia muchísimo, y por ahí si estoy en una librería y veo un libro de esoterismo cuyo tema me pega, me lo llevo. Y ¿para qué me sirve esto? Y bueno, absolutamente para nada, quiero decir nada práctico.
     ”Me gusta cazar y también practico tiro. Odio viajar, no es que no me gusta, sino que odio viajar, o sea me tensiono mucho cuando viajo.”

Luego me cuenta que hace poco más de un año comenzó a practicar taekwondo bajo la dirección del maestro Norberto Lerman (El Abasto, n° 85, marzo 2007).
“Yo soy lasalleano. Estos curas son hermanos, porque no dan misa y están dedicados a la educación. Juan Bautista de La Salle era un sacerdote francés, más o menos contemporáneo con la Revolución Francesa, que empezó a armar escuelas para los chicos pobres para generar un concepto de educación universal. En el secundario hacía mucho deporte y recuerdo cuando uno de los pibes descubrió uno de los primeros dojos de karate, en Cabildo a unas quince cuadras de la General Paz. Año ´68. Me prohibieron practicarlo porque consideraban que era un deporte violento. Y me quedaron las ganas.
”Hace muchos años mi hijo Mariano iba a practicar con Norberto Lerman en Tropezón. Luego dejó y el año pasado volvió, un poco por el ejercicio y también para dejar de fumar, y yo andaba también apretado por el cardiólogo. Así que cuando Mariano vino con esto me sumé. Era una asignatura pendiente.”

Luego volvimos a incursionar en temas del derecho y le disparo con: Se está hablando mucho del proceso a los menores, vos ¿qué opinas de eso?
“Creo que hay un tema que en general el público se confunde y que es lo que hablábamos hace un rato acerca de las características de la sociedad argentina. Y es la cuestión de la impunidad. Lo digo en general y después voy a los jóvenes. El tema es: no hay mejor disuasivo que la certeza de ser castigado. Yo puedo poner por un robo, o por una violación o por un secuestro una pena de 60 años, y que no salís nunca más de la cárcel; si no castigo a nadie, esto no sirve como disuasivo; cuando uno sale a robar, a matar, a violar, una de las cosas que te permite hacerlo es la seguridad de saber que no vas a ser agarrado. Una alta tasa de descubrimiento de delitos y de condenas concretas es mucho más disuasiva que una gran cantidad de pena potencial.”

¿Y vale la pena hacer más leyes?
No. Yo creo que la legislación penal argentina está totalmente sobregirada en cantidad de leyes, porque muchos legisladores cuando hacen leyes especiales, como, por ejemplo, leyes sobre transporte de combustibles, le ponen un capítulo penal, al tema de una ley ambiental, otro; con lo que se genera una cantidad infernal de leyes que después ni se aplican, o se aplican parcialmente. Si yo te digo que te aplico $ 150 si no tenés el cinturón y te agarro tres veces en dos meses y tuviste que pagar $ 450, al cuarto mes empezás a pensar; en cambio si te digo que te aplico $ 1000 pero no te agarré nunca seguís sin usarlo.
       ”Con respecto a los menores es un problema mucho más profundo desde la estructura de la sociedad, porque en realidad el que le tiene que dar contención a los menores no es el estado, salvo casos puntuales, o en casos graves; el que tiene que darle contención a un menor es esencialmente la estructura familiar, y como complementario la estructura de la educación y aquí sí el estado tiene un rol mucho más activo pero no desde lo penal, ahí el estado tutela porque no podés dejar al menor desamparado, pero en realidad si no tenés una estructura familiar y una estructura educacional que contenga, es muy difícil contener a los menores desde lo penal.”

Se dice que la policía agarra a un chorro lo mete preso y como es menor lo suelta en seguida, ¿esto es verdad?
“Es una mentira policial para justificar muchas veces su propia incapacidad y otras veces para no dar respuesta a la persona que está adelante y que le dice: «me acaba de chorear un chico que no tiene más de 15 años».
     ”Con el tema de los menores la policía se prende en una cosa que hace confundir a la gente. Los menores no pueden ser penados. En un juicio no se les puede decir «te condeno a 30 años de prisión» sino: «te declaro responsable penalmente y te mando al Instituto San Martín». Cuando cumplís los 18 años volvés a la audiencia del juicio y te dicen: «cumpliste 4 años como menor y en realidad ésta es una pena de 11 años, así que te quedan 6 años», y ahí sí te condenan con fecha.
      ”Cuando el juzgado le dice «bueno sí, si no tiene otras causas, suéltelo», esto es cuando te encuentran fumando un porro en la plaza, no cuando te encuentran con 4 kilos de cocaína en el auto.”

Castigar o rehabilitar
“Las teorías modernas hablan de prevención especial. Hegel decía que la pena era redistributiva. En el sentido que uno rompe el contrato social lo que la sociedad entiende disvalioso y paga entonces con su tiempo, con tiempo de vida. Como que paga su derecho para que lo readmitan. Otras teorías tratan el tema de la prevención, o sea, el encierro prevendría hechos.”

También otras, críticas, hablan de “la cárcel como escuela”…
“Claro. Así es el sistema carcelario per se. Pongamos, un ejemplo, cuando encierran en una casa del tipo Gran Hermano a veinte tipos a las cuatro, cinco o seis semanas están a las trompadas, en una generación continua de conflictos. Imaginate una situación con mucha más gente, de un solo sexo y con la presión de que los chicos que van ahí son todos chicos difíciles. En ese marco es muy difícil hablar de una rehabilitación. Hay gente con ganas de rehabilitarse, como, por ejemplo, Alcohólicos Anónimos, o los grupos de autoayuda en droga, donde de entrada aclaran que lo central en el tratamiento es la voluntad de afectado, ellos acompañan. Sin voluntad no hay forma. En la cárcel es lo mismo, y hay muchos que se enganchan con grupos religiosos o se ponen a estudiar, pero rehabilitarse es muy complicado. Además, ¿qué significa rehabiliarse? La Garza Sosa era un conocido integrante de una banda de piratas del asfalto, salió de la cárcel y hoy está formando grupos de chicos en la lucha contra el paco. Se podría decir que se rehabilitó. También puede pasar a veces que la persona siente que ya hizo de todo, que no le queda mucho más por probar y que le conviene cambiar de rumbo su vida.”

De todos modos la situación carcelaria en Argentina dista mucho de apuntar a brindar esas posibilidades…
“Y desde el momento en que muchas veces ni siquiera les dan el alimento suficiente se complica mucho. Eso me recuerda a China donde al fusilar a alguien le cobraban la bala a la familia. Te privan de la libertad y encima tenés que pagarte la comida, es conceptualmente insólito. Los pabellones grandes en lugar de las celdas individuales se deben a un tema de costos. Pero los pabellones grandes traen problemas de conviviencia.
”No tenemos un modelo de cárcel propio, se compran modelos armados lo que implica un problema de logística muy importante. Hasta un tubo o una pieza para arreglar un inodoro no es la misma de una cárcel que de otra. Eso da mucha desorganización.”

Supongo que por tus estudios habrás buscado un mundo mejor...
“Desde ya. Desde muy jovencito, por mi formación de colegio católico en un momento muy particular en la época del sesenta y setenta cuando estaba en ebullición el II Concilio, por mi formación creo en la necesidad de buscar mayor igualdad de oportunidades, la gente tiene que tener un estándar mínimo, donde todo el mundo tiene que tener garantizado determinado ingreso, determinados derechos a la salud, a la educación.
      ”Creo que todos los chicos en Argentina tienen que poder comer carne, tomar leche como para que les permita tener la totalidad del coeficiente intelectual. No creo que tenga que haber chicos que tengan problemas de aprendizaje porque les falta alimento. Creo que tiene que haber un piso mínimo que tenemos que garantizar para todos. Luego, cada uno con su propio carácter, con su propio talento, con su propia historia familiar, empujará su vida y construirá su destino. Algunos llegarán más lejos otros más cerca…
”Pienso que más allá de las metas individuales que uno puede tener hay metas sociales de conjunto. Que hayan cosas por las que nos reconozcamos. Sin necesitar reconocernos en Los Pumas o en la Selección de Fútbol. Pienso que la sociedad argentina no termina de cuajar. Pero Suiza no se hizo en quince años. Tarda muchos años hacer países como ésos, y nosotros apenas tenemos doscientos años. Pero en algún momento pienso que deberíamos plantar bandera y decir «vamos a sumar». Acá cuando llega alguien cambia todo que hicieron antes. Yo pienso que hay que intentar conservar cierta continuidad.”

Vos hablás del derecho económico y social básico para todos igual, o un mismo piso. Con la justicia es vox populi que no es igual para todos. ¿Desde adentro como lo ves? ¿Es tan injusto como parece?
“Hay cosas que son objetivas. Si vos, por ejemplo, te buscás un mal abogado y sí, la verdad es que vas a tener una justicia más pobre. Porque también tiene que ver con esto. Creo que la justicia tiene que funcionar como el traje de corte confección, digamos. Después levantás el orillo, ajustás la manga, no podés hacer un traje único para todos. Pero las cuestiones básicas deben ser para todos iguales.
     ”Hay cosas que sirven para lavar culpas. Imaginate como abogado, mirar a un cliente y decirle: «perdimos todo, y encima tenés que pagar». Es más fácil decir «Lo coimearon al juez» o «el otro abogado es amigo del juez» que decir «soy un inútil, me olvidé de presentar un recurso».
   ”También hay una sensación de podredumbre general en la sociedad. Pero para mí no está todo perdido.”

Rafael Sabini

Revista El Abasto, n° 93, noviembre, 2007.

 

 
 

 
 

 

 

 

 

 

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