Escrache al Farmacity de Corrientes y Pueyrredón

En el día de la marcha de Ni una Menos, empleados de la sucursal de Abasto denunciaron que la empresa quería despedir a una empleada embarazada. Al aire de Colectivo Porteño, Ricardo Marcelo Olivera, trabajador de farmacia y miembr
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A raíz de un breve escrache que hicieron en la sucursal de Farmacity ubicada en Corrientes y Pueyrredón, el día de la marcha de Ni una Menos, denunciando a la empresa por querer despedir a una empleada embarazada, el programa Colectivo Porteño (sábados 12 hs por FM La Tribu) habló con Marcelo Olivera, trabajador de farmacia y miembro de la Agrupación de Farmacia, Solución Activa.

“Estuvimos haciendo una denuncia pública en la puerta de la sucursal donde ella trabaja. La compañera está embarazada y viene apoyando desde hace meses los reclamos de sus delegados como que los domingos se paguen el 100% ya que en Farmacity se paga hace más de 10 años, por trabajar un domingo, $25 por el día. También habría que destacar que el CEO de Farmacity es Mario Quintana que hoy está a la cabeza del gobierno de Cambiemos. Además de apoyar los reclamos, ella viene con un reclamo judicial por diferencias salariales ya que, en Farmacity, no se respetan tampoco el pago de las horas nocturnas como lo dicen nuestros convenios. Y, en base a eso, una maniobra que tienen las cadenas en común es alejar a los  empleados de sus compañeros organizados para luego poder hostigarlos hasta que renuncien, o lo despiden sin que este ponga la mínima resistencia”, declaró Olivera al aire de Colectivo Porteño.

“Acá tenemos que decir que la complicidad de la conducción de nuestro sindicato de farmacia, que es la Asociación de Sindicatos de Farmacia, ADEF, en estas maniobras es muy evidente. Nosotros pedimos su intervención y ellos se negaron rotundamente. En eso deja en clara su posición con respecto a la mujer o la violencia de género. Farmacity es una cadena nueva para nosotros. Hay otras cadenas que son bastante fuertes y se concentran en cámaras empresariales que son las que  realmente bajan la línea. Farmacity actúa como una cámara. Pero nosotros peleamos contra todo ese mecanismo y es muy difícil porque cuando estás queriendo levantar un poco la cabeza, en seguida, buscan desorganizarte todo,  le meten miedo a los compañeros, te separan, te echan, te hostigan y no cumplen los convenios”, añadió. 

Según expuso Olivera, la condición de las mujeres en el rubro farmacéutico es “de vulnerabilidad”: “Muchas son madres solteras y necesitan conservar el trabajo. Las preferencias de esas empresas es tomar, justamente, mujeres porque saben que pueden pagar menos sueldo, tenerlas de forma precarizada, pagarle la mitad del sueldo en negro, como en el caso de la cadena Punto Farma, de zona sur, con la que tenemos un conflicto activo porque el año pasado echaron a un compañero que quería presentarse a delegado, de forma totalmente arbitraria, incluso luego de haber recibido ellos la carta de que se presentaba como tal. Eso te muestra la impunidad que tienen y la complicidad de los sindicatos que no hizo nada al respecto. Y, cuando nosotros quisimos su intervención solo hubo silencio”.

J.C.

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