Revista N°207

El voto Carrió

La señora Carrió no puede presentar una trayectoria brillante, sino más bien hilarante. Tampoco puede presentar una carrera como legisladora que sirviera alguna vez para solucionar problemas de los ciudadanos.


¿Qué lleva exactamente a los porteños a emitir este “voto-excremento”?
Autoproclamada la mujer más honesta y republicana de toda nuestra historia, dedico sus años, no a concurrir al Congreso, para lo que le pagamos desde hace añares, sino más bien en ser parte de una variada cantidad de operaciones políticas que no son el mejor galardón que puede ostentar en su ostentado republicanismo. No olvidemos que siendo diputada de la Nación presto su casa para que un narcotraficante se explayara sobre una serie de hechos que como todo lo que ella patrocina eran falsos y nunca pudieron ser demostrados, todo lo contrario. Una puesta en escena más, un fracaso más.
Si algo tenemos claro es que la diputada no le teme al ridículo, ni a la lástima. Nada, nunca, ninguna de sus predicciones llegaron a ver la luz. O es inepta o es inescrupulosa.
¿Cómo habrá hecho para explicarles a sus hijos que ahora es socia y cómplice de la peor derecha argentina? La derecha delictiva, la derecha mafiosa.
Si algo queda claro como el agua es la poca cultura política del porteño, que otrora culta, votaba a la derecha siempre. Pero por lo menos era una derecha formada por gente cuerda y coherente.
Raúl Alfonsín supo decir que la señora Carrió era lo peor que pudo ocurrirle al radicalismo. Sin dudas se puede decir hoy que es lo peor que le ocurre a la política. Gente como este personaje la devalúa, la empobrece.
¿A qué intereses sirve la señora? A los nacionales seguro que no. ¿Qué se votó en esta ciudad? ¿Qué creen que tiene para ofrecer este personaje que nunca aporto nada?
Un personaje de la última novela del gran Manuel Rivas, sostiene: -“Hay épocas en la historia en las que triunfa la ignorancia”. En eso estamos…


¿Dónde está Santiago Maldonado?



Viviana Campos
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