La plaza está ubicada en un predio lindante con el ex Paseo de la Infanta, entre Avenida del Libertador y el terraplén de las vías del ferrocarril Mitre.

Consta de un amplio espacio verde recorrido por caminos de granza roja que desembocan en un círculo central de cemento, adornado perimetralmente con siete árboles que simbolizan las siete llamas de la Menorah, uno de los rituales tradicionales del judaísmo.

En su inauguración estuvieron presentes el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, acompañado por el embajador de Israel, Daniel Gazit, y otros dirigentes de la comunidad judía local, el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, y el Subsecretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, y otras autoridades del ejecutivo y el legislativo porteño.

Al comienzo de la ceremonia se escuchó el testimonio de David Galante, un sobreviviente del campo de concentración de Auschwitz que reside en Argentina desde 1947. “Agradezco a todas las autoridades que hicieron esto posible. Hoy es un gran día. Buenos Aires tiene un espacio público para que sus ciudadanos puedan honrar y recordar a las víctimas de la Shoá”, afirmó.

Por su lado Macri abogó para que este espacio público se convierta en “un punto de encuentro, de memoria y de reflexión sobre uno de las peores tragedias que vivió la humanidad”. A su vez destacó la importancia de “tener presente” este Holocausto “para entender hasta qué extremos aberrantes se puede llegar cuando hay intolerancia y violencia”. Pero antes se había disparatado con que “esta es la primera Plaza de la Shoá en América latina” demostrando así su ignorancia -y falta de equipo culto del GCBA, pues aún está el video en el portal oficial con semejante afirmación- porque sin ir muy lejos, por la Rambla montevideana, entre el Parque Rodó y Punta Carretas, se encuentra una bellísima y muy bien diseñada plaza que recuerda el holocausto al pueblo judío.

En la plaza porteña, en cambio, quedó pendiente el monumento en memoria de las víctimas, que se erigirá sobre uno de los accesos a la plaza por lo que Macri deseó que la obra “se complete pronto”. Esa construcción tendrá un muro fragmentado en dos partes. Una de ellas se levantará con 29 piedras, la cantidad de víctimas fatales del atentado contra la embajada de Israel en 1992, mientras que la otra parte será montada con otras 85 piezas por el número de personas que perdieron la vida en el ataque terrorista contra la sede de la Amia en 1994.

Al término del acto, acompañado por alumnos del colegio Beth, Macri procedió a plantar el séptimo árbol que adornará el cantero central de la plaza.

U.K.