A la usurpación ocurrida en diciembre en Villa Soldati se la puede considerar el resumen de la falta de políticas habitacionales a largo plazo, las promesas políticas y la lucha de pobres contra pobres.

A tres meses de una de las páginas más negras en la historia de la ciudad, familiares, vecinos,  organizaciones sociales y políticas marcharan hoy a las 16.30, desde Callao y Rivadavia hasta la Fiscaliza de la Ciudad, la jefatura de Gobierno y Plaza de Mayo.

En un comunicado que reproduce la Agencia Rodolfo Walsh, los movimientos convocantes llaman a que no queden impunes las muertes de Salguerio, Rosemary Churapuña y Emiliano Canaviri, 

A su vez, denuncia la “absoluta falta de repuesta a la crisis de vivienda que lo genero, y la persecución  judicial de la lucha habitacional”.

El comunicado también destaca: “Repudiamos los intentos de criminalización de la protesta social y la ofensiva contra los luchadores sociales Luciano “tano” Nardulli y Diosnel Pérez Ojedapor parte de tres  fiscales con apoyo por el Pro.

A pesar del tiempo transcurrido, en Buenos Aires en estos momentos un nuevo hecho de similares características pone al descubierto las pujas políticas, tanto del gobierno Nacional como el de la Ciudad, recrudecido en medio de un fuerte clima electoral.

Las últimas declaraciones por las tomas en las viviendas construidas por el gobierno porteño en Parque Avellaneda despertó la indignación de la administración local: "Esta falta de reacción del sistema político y de las fuerzas de seguridad frente a una orden judicial pone en riesgo esta enorme oportunidad de futuro de los argentinos".

El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, acusó al Ejecutivo nacional "tolerar a los grupos usurpadores".

Por su parte, desde el gobierno de Cristina Fernández, a través de sus funcionarios de primera línea, le retrucaron al jefe de Gobierno que el conflicto debe “ser resuelto por la Ciudad”, tal como evocó ayer el ministro del Interior, Florencio Randazzo.

A tres meses del horror, lejor de dar vuelta la página en la ciudad de Buenos Aires, el clima que viven los porteños pareciera ser el mismo de aquel diciembre violento.

J.M.C.