Inspección popular a la cultura macrista

Este domingo integrantes de centros culturales de la Ciudad se movilizarán al Ministerio de Cultura porteño, Avenida de Mayo 575, para pedir por la situación legal de estos espacios barriales. Habrá músicos y pintores
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Los centros culturales de barrio, o también llamados comunitarios, mientras buscan un reconocimiento legal que los habilite en todas sus posibilidades, conviven a diario con la posibilidad de ser clausurados; con todo lo que conlleva esta situación. “La figura legal de Centro Cultural y Social no existe en la ciudad, ni tampoco nada parecido. Las ganas de hacer, de todas formas, no conocen de límites legislativos”, explican al comienzo de un comunicado los integrantes de San Nicolás Social y Cultural.

Entonces, luego, grafican que “a lo largo y ancho de Buenos Aires se reproducen lugares de encuentro, participativos, que combinan música, artes plásticas, fotografía, teatro y demás expresiones artísticas y culturales producidas desde las bases, de manera comunitaria”. Es más, hay una diferencia que San Nicolás Social y Cultural rescata: “Quienes eligen asistir a estos lugares no son clientes, ni espectadores pasivos. Son sujetos activos capaces de producir y recibir cultura, en una retroalimentación constante y transformadora”.

Como contrapartida, denuncian que, ante la falta de legislaciones que los amparen, los centros culturales comunitarios están a la orden del día en lo que respecta a clausuras. “Las opciones que nos brindan son dos: o adaptarnos a lo comercial, o cerrar. Para quienes dejamos nuestra vida en esto, ninguna es viable. Empujados por nuestra inclausurable necesidad social, nos vemos entonces obligados a funcionar a escondidas, a puertas cerradas, limitando nuestras actividades para quienes saben por dónde moverse y qué timbres tocar, alejándonos de esa manera, sin quererlo, de nuestra identidad popular y abierta a la comunidad”, exponen los referentes del espacio comunitario.

Tras varios intentos de centros culturales, como MECA y TRAMA, de acercar por la vìa legislativa iniciativas que contemplen estos espacios barriales de encuentro y creaciòn, la cosa, por lo que se ve, viró hacia un lado: el de la clausura. 

“No queremos funcionar sin habilitación: queremos una habilitación que nos reconozca y regule en nuestra especificidad”, señalan a la vez que aclaran que lejos está su intención de “ser parte de un circuito cerrado y sectario”. “Queremos espacios abiertos, donde todos puedan acceder libremente. No queremos ser comerciales: queremos ser comunitarios. No queremos una política cultural mercantilista: queremos que cumpla con su función social”, explayan.

En respuesta a esta situación, este domingo se expresarán, bajo la consigna "Inspección pupular", en clara ironía a las clausuras que sufren los espacios comunitarios, junto a actividades culturales al aire libre. El punto de encuentro es la cartera cultural donde se hará pública esta situación.

T.L.

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