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Hay cosas que no entiendo

El emblemático bar O´Rondeman, de Humahuaca y Agüero, donde debutó cantando el Morocho del Abasto y donde supo sentirse amparado por los hermanos Traverso, dueños del lugar, está hoy totalmente demolido. Un cacho de historia del barrio cultural en ruinas. Hay vecinos que hace años vinieron haciendo lo que estaba a su alcance para salvar ese lugar. Y prácticamente desde que comenzamos con la revista vinimos insistiendo con la historia del O´Rondeman. Recuerdo haber hablado con más de un funcionario sobre el tema. Uno me dijo "pero lo que pasa es que no podemos declarar monumento o edifico histórico a cada baldosa que pisó Gardel". Y en vano fue mi contestación: "no toda baldosa; con la casa y el O´Rondeman alcanza, crearía el circuito que el barrio necesita y que Gardel merece". Luego, el mismo funcionario me contó que el G.C.B.A. estaba negociando con el médico que compró la propiedad. Me dijo que le habían ofrecido un predio para compensar y le proponían que hiciera aquí algo manteniendo el estilo de fachada. Me llamó la atención que el gobierno no hubiera tomado una actitud algo más activa y lo hubiera declarado monumento histórico de una vez por todas.
   Pero hay cuestiones que parecen no estar a nuestro alcance. Como con Ibarra: lo destituyen como si los legisladores vivieran en Suiza y no a cuadras o escasos kilómetros de Cromañón. Entiendo la pena de los padres. Pero es inédito que porque alguien prende fuego un lugar por andar con una bengala destituyan a la máxima autoridad de la ciudad. Está bien, Ibarra no estuvo en el lugar de la tragedia esa noche. Luego no "quemó fusibles", responsables en sus filas, cuando la sociedad exigía ver qué pasaba con los habilitadores. Sin duda falló en más de una cosa. Pero destituirlo...
     Por otro lado pienso que de ahora en más debemos ser mucho más exigentes con nuestros gobernantes. Si destituyeron a Ibarra no podemos bancarnos nuevamente a otro genocida, chanta, corrupto, inútil o chorro inescrupuloso ni por un segundo. Todos adjetivos que realmente no creo encajen con el hoy destituido, pero sí con una larga fila de funcionarios del más alto nivel de los últimos treinta años a la fecha...


Rafael Sabini
[email protected]
Revista El Abasto, n° 74, marzo 2006.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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