El lunes 7 de enero, pasadas las 18.30, se realizó un acto para evocar los 100 años de la Semana Trágica, la matanza de obreros más grande de la Ciudad de Buenos Aires y uno de los hitos de la historia argentina de principio del siglo XX.
El acto estuvo a cargo de la Comisión por el Centenario de la Semana Trágica 1919-2019, compuesta por vecinos e instituciones de San Cristóbal, Boedo y Balvanera.
La Junta de Estudios Históricos de San Cristóbal Jorge Larroca dijo: “En nuestro querido barrio de San Cristóbal, el 7 de enero de 1919 comenzó -luego de una huelga en los Talleres Vasena (actual Plaza Martín Fierro y el polideportivo)- una de las epopeyas más luctuosas del movimiento obrero (las cifras de víctimas fatales oscila entre las 700 y las 1356), pero también de las más gloriosas al salir victoriosos de la disputa”.
“A lo largo de la semana que comienza el 7 de enero iremos subiendo material, pero Carlos Macagno, presidente de esta Junta de Estudios Históricos de San Cristóbal Jorge Larroca, a cien de aquellos hechos, estará disertando junto a Flora Wald (Hija de Pinie Wald, víctima del primer pogrom desatado en América Latina por parte de la Liga Patriótica) y Eduardo Jozami. En la actividad también habrá música, teatro y poesía. La/os esperamos”, añadieron.
Durante el acto, el presidente de la Junta, Carlos Macagno, pronunció este discurso: “Es mucho lo que se puede hablar sobre La Semana Trágica. Se han escrito varios libros y publicados diversas investigaciones desde esa fecha hasta la actualidad. Seguramente se seguirá investigando porque todavía hay temas, sucesos, decisiones políticas, y económicas, actitudes individuales, etcétera, que están en zona de penumbra y requieren mucho análisis en búsqueda de la verdad histórica. Se puede enfocar el tema desde el punto de vista del desarrollo y destino de la Industria Metalúrgica en la Argentina, jaqueada desde la competencia extranjera, especialmente la anglosajona. Desde el punto de vista económico, social, político, partidario, laboral, sindical, etcétera. Pero venimos hoy a honrar la memoria de esos obreros, la mayoría pobladores de este barrio, muchos de ellos nuestros antepasados, que desde la soledad y el drama de su triste situación enfrentaron con valentía y dignidad a las fuerzas represivas del poder económico, político, militar, religioso y financiero, en su justa lucha por humanizar las condiciones laborales y llevar un poco más de pan y esperanza a su núcleo familiar. Se resistieron heroicamente a la continuidad de una explotación inicua, que hizo multimillonarios a sus patrones nacionales y extranjeros a costa del sufrimiento de los trabajadores y sus familias”.
“Vivimos tiempos difíciles, los sacerdotes devotos y beneficiarios de esa ideología de explotación y trabajo esclavo pretenden desarrollar en Latinoamérica un regreso a esas épocas de la Semana Trágica. Los herederos de esa runfla reaccionaria y criminal de comienzos del siglo XX que consumó la masacre de la Semana Trágica han regresado con las mismas intenciones de sometimiento de las mayorías populares a situaciones de dependencia, desocupación, hambre y miseria sin esperanza. Grandes son sus inmorales apetencias, su codicia, su perversidad, su falta de humanidad, y grande es su poder en obsceno maridaje con intereses internacionales y sectores de colaboracionistas de adentro. Muchos de ellos obvios como se ve en los estrados judiciales y en la prensa, y otros muchos enmascarados en posiciones políticas mentirosas que avalan la entrega con la traición.
Pero cuando los pueblos se unen en la defensa de causas justas, no hay fuerza capaz de privarles de su victoria. Hasta la victoria siempre”.
Tal como había informado este medio, en julio del año pasado perdió estado parlamentario un proyecto de ley del ex legislador José Cruz Campagnoli, con impulso de la Junta de Estudios Históricos de San Cristóbal, para que en los andenes de la estación Urquiza de la Línea E haya un museo de la Semana Trágica.
En la Plaza Martín Fierro funcionaron los Talleres Vasena, ícono de la Semana Trágica. Se conservan varios muros del lado de la calle Oruro, al borde con el Polideportivo Martín Fierro.
T.L.