La agrupación de jazz liderada por el tecladista y pianista Esteban Sehinkman presentó su nuevo álbum Cazador Galáctico (Club del Disco 2024), que incluye una “versión muy libre” de Mañana en El Abasto, el emblemático tema de Sumo. El artista se inspiró en recuerdos suyos de la época en que frecuentaba la zona, según contó a este medio: “La canción escrita por Luca Prodan me trae imágenes del mercado vacío y oscuro, algo medio tétrico, pero con una energía especial”.
Pájaro de Fuego, nacido en 2010, en el presente está integrado por Tomás Babjaczuk (batería), Martín Lozano (bajo), Sebastián Lans (guitarra) y Sehinkman (piano Rhodes y sintetizadores). Este último además se encargó de la composición de los otros siete temas que componen el disco y su producción.
El arte de tapa, a cargo de Hugo Horita, cuenta con varias ilustraciones, una de ellas retrata el antiguo Mercado de Abasto Proveedor como si uno lo estuviese mirando desde la esquina del banco de Corrientes y Agüero. En lo alto de uno de los arcos del mercado se ve un pájaro prendido fuego, en alusión al nombre y espíritu del grupo.
Sehinkman es pianista, sesionista, productor y creó el Real Book Argentina, la primera recopilación de partituras de jazz argentino. Egresado de la Escuela de Música Popular de Avellaneda y del Berklee College of Music, editó 14 discos, recibió ocho Premios Gardel con sus distintos proyectos y fue elegido cuatro veces “Tecladista del año” en la encuesta anual de la revista especializada El Intruso.
Pájaro de fuego tiene cuatro discos editados: “Trance” (2012), “La rueda de la fortuna” (ganador del Premio Gardel 2015 al Mejor Álbum Fusión-World Music), “Universo invertido” (2017) y el flamante “Cazador galáctico” (2024).
En distintas épocas del grupo han pasado por la formación músicos como Daniel Pipi Piazzolla, Matías Méndez, Tomás Sainz, Ezequiel Chino Piazza, Nico Sorin, Lucio Balduini, Mariano Sívori y Mariana Bianchini, entre otros, cada uno aportando su toque personal al proyecto.
Con este nuevo disco, Pájaro de fuego se propuso “un viaje hipnótico que va desde las raíces del jazz al trance electrónico, pasando por el rock y los paisajes sonoros”, explica Sehinkman y suma: “Esta fusión, entre galáctica y espiritual, está plasmada en una elaborada grabación en la que se utilizaron variados recursos para enfatizar la tridimensionalidad sonora”.
“La mayoría de los temas del disco aparecieron en el limbo pandémico. Sin embargo, no tienen un matiz oscuro”, asegura el artista.
Sobre esta nueva versión de Mañana en el Abasto dijo: “Sumo es una de mis bandas fundacionales. Tiene buenos temas y un sonido propio. Me gustan las letras. Luca tiene una forma de escribir única y profunda. Mañana en el Abasto particularmente me hace eco porque la canción describe el mercado en una época en la que yo frecuentaba bastante esta zona. Me trae imágenes de toda esa época, las calles, el mercado vacío y oscuro, algo medio tétrico, pero con una energía especial”.
“Con los músicos buscamos recrear la atmósfera original, es lo más lindo del tema”, señala Sehinkman. “Cuando llegamos al estudio y probamos sonido y lo primero que se grabó fue esta toma de Mañana en el Abasto, marcó el rumbo de la grabación de todos los temas. Con ese espíritu inigualable que tiene la canción. Quedamos muy contentos”.
“La edición del disco fue una alegría, ha sido un proceso que viene desde hace años, que se inicia con la composición de los temas. Los ensayos para ver de qué se trata la cuestión y tocarlos en vivo para estar cómodos. Llegamos a grabar sin tratar de que suene acartonado, manteniendo la frescura del jazz y la interacción”, concluyó el artista para celebrar la salida de este nuevo disco que incluye una reversión de Mañana en el Abasto.
J.M.C.