Este jueves la Corte Suprema de Justicia de la Nación confirmó las penas aplicadas en 2015 en el juicio por la Tragedia de Once, ocurrida el 22 de febrero de 2012 por la cual murieron 51 personas (una de ellas embarazada) en la estación cabecera del tren Sarmiento, en Mitre y Pueyrredón, barrio de Balvanera.
Se trata de las condenas dictadas al ex secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, a los empresarios Sergio Cirigliano y Roque Cirigliano y el maquinista Marcos Córdoba, informa Télam.
Con los votos de los ministros Carlos Rosenkrantz, Elena Highton de Nolasco, Ricardo Lorenzetti y Horacio Rosatti, la Corte rechazó los recursos interpuestos tras invocar el artículo 280 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación que le permite hacerlo “por falta de agravio federal suficiente o cuando las cuestiones planteadas resultaren insustanciales o carentes de trascendencia”.
En esta investigación, se tuvo por probada “la deliberada decisión de las autoridades de TBA de no realizar el mantenimiento de los bienes concesionados, contando con la colaboración necesaria de los directivos de Cometrans SA y, especialmente, de los por entonces funcionarios de la Secretaría de Transporte”, señaló el máximo tribunal en el escrito. Agregó que esos funcionarios “tenían la obligación de supervisar el control y la fiscalización del sistema de transporte ferroviario, deber que deliberadamente incumplieron; todo lo cual ocasionó un paulatino deterioro del material rodante y la disminución de su vida útil, ocasionándose un enorme perjuicio al patrimonio estatal”.
Asimismo, la tragedia de Once “no sólo se ocasionó con motivo de la negligente conducción del maquinista, sino que además encontraba explicación en una diversidad de factores que se encuentran ampliamente descriptos en la sentencia (del Tribunal Oral Federal 2) y que responden a las pésimas condiciones en que se explotaba el servicio”. Atribuyó estas “pésimas condiciones” a “las políticas empresariales verificadas y la ausencia de controles por parte de la Secretaría de Transporte, lo que representaba un constante peligro para la vida de las personas que a diario utilizaban los trenes que circulaban con un deficitario estándar de eficiencia y seguridad”, según se indicó, consigna Télam.
Esta tarde los familiares de víctimas y sobrevivientes emitieron este comunicado: “Hoy ha triunfado la verdad sobre la muerte, la desidia de funcionarios y empresario y sobre quienes negaron desde el 22 de febrero una realidad irrefutable: que la corrupción enquistada en los despachos del poder político y económico generó en febrero de 2012 la muerte de 52 inocentes. Con la confirmación por parte de la Corte Suprema de Justicia de las penas dictadas en 2015 por el Tribunal Oral Federal Número 2 damos un gran paso en este camino en búsqueda de justicia. A los asesinos condenados ya no les queda otra instancia que afrontar su responsabilidad tras las rejas, adonde están desde 2018”.
“Para la enorme mayoría de ellos ya no quedan recursos para evadir la justicia, ni dilaciones absurdas para retrasar lo inevitable: hoy su responsabilidad quedado confirmada por el máximo tribunal. Celebramos la lucha, la unión de este grupo de familiares, y el acompañamiento de una enorme parte de la sociedad que vio reflejado en nuestro dolor el suyo propio y que estuvo a nuestro lado desde el primer día. Celebramos la entrega a este camino que elegimos desde el primer día con el alma destrozada, celebramos cada lágrima que cimentó nuestro espíritu. Pero no hay nada que festejar. La muerte de los 52 inocentes no debe ser en vano. La historia de este país debe dejar reflejado para siempre que los asesinos de escritorio no pueden tener nunca más lugar entre quienes guian los destinos de nuestro amado país. Hoy recorremos entre nuestros recuerdos buscando aquel día en que nos unimos dejando de lado los intereses particulares para conformar un todo que se puso como horizonte el fallo que hoy ha sido dictado”.
“Y al verlos, estamos orgullosos de cada minuto. Nunca nos guió el odio ni la venganza a pesar de haber sido atacados de todas las maneras posibles por quienes vieron en nosotros un grupo de ciudadanos que debían ser negados, olvidados, ignorados. Este camino recorrido lleno de dolor hoy ha tenido la respuesta que los 52 inocentes merecían desde el mismo 22 de febrero de 2012. No olvidamos ni perdonamos ni nos reconciliaremos jamás con los responsables de esta masacre ni con cualquiera que haya relativizado nuestra lucha por nuestros objetivos. Y eso no es venganza. Es memoria, factor fundamental para que tragedias como la de Once no vuelvan a suceder”, concluyen.
J.C.