El sábado 20 de marzo a las 11 organismos de derechos humanos plantarán árboles en la Plaza Martín Fierro del barrio de San Cristóbal (Oruro y Urquiza).
Estarán presentes vecinos, preresentantes de DDHH y militantes del Nuevo Espacio de Participación Comuna 3.
Por segundo año consecutivo, no habrá marcha a la Plaza de Mayo el 24 de marzo (Día de la Memoria). Por eso, organismos de derechos humanos crearon la campaña “Plantamos Memoria”, que se replica en todo el país.
El jueves pasado la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires declaró de Interés Cultural a esta campaña, mediante un proyecto de la legisladora Cecilia Segura (Frente de Todos).
Los fundamentos del proyecto: “Este año, en el 45° aniversario del último golpe cívico militar en la Argentina, desde los Organismos de Derechos Humanos, se convoca a la campaña “Plantamos Memoria” donde se invita a las instituciones públicas, organizaciones sociales y a la ciudadanía en general de todo el territorio nacional a plantar vegetación nativa (árboles, plantines, semillas, aromáticas, etc.) en memoria de las 30.000 víctimas de terrorismo de estado”.
“Paralelamente, bajo el concepto de “plantar vida”, se busca promover la toma de conciencia y sensibilización de cara a los incendios, deforestaciones y efectos del cambio climático ocurridos en el último período y la importancia que reviste la concepción del ambiente sano como un derecho humano. En este sentido la plantación de vegetación nativa, entendiendo todos los servicios ambientales que esta ofrece, se constituye como un acto de memoria y esperanza para el futuro”.
“Los Organismos de Derechos Humanos, entre ellos las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo han sido siempre un ejemplo de lucha y en esta Legislatura se ha buscado, año a año, reivindicar su compromiso y labor. El trabajo de cada uno de ellos nos ha enseñado que “un país con memoria es democracia para siempre”. Es por esa razón que también enarbolamos juntos, cada 24 de marzo, la bandera de Nunca Más”.
“De esta manera, la propuesta de los distintos Organismos de Derechos Humanos, nos invita a sembrar una semilla de esperanza como acción concreta para hacerle frente a las adversidades que se nos presentan producto de la crisis ambiental, social y económica actual, pero también como un símbolo de memoria y lucha por los derechos humanos, entre ellos, el de gozar de un ambiente sano tanto para las generaciones presentes como para las futuras”.
“Este tipo de iniciativas llama a la sociedad a comprometerse y reivindicar la lucha por los derechos humanos y la causa ambiental, entendiendo que ambas proponen revisar nuestro pasado para entender nuestro presente y decidir nuestro futuro. A su vez, las acciones colectivas reivindican los valores de la solidaridad, el compañerismo y la superación, y son fundamentales para la búsqueda de soluciones”, concluyen los fundamentos del proyecto.
J.C.
Foto: Mauricio V. Genta