En la sesión ordinaria del jueves 2 de diciembre la Legislatura porteña votará la sanción definitiva de una Ley de aprobación inicial que valida 11 convenios urbanísticos para construir torres con alturas superiores a las contempladas en el Código Urbanístico.
Una de ellas se ubicará en la zona del Abasto: esquina sudoeste de Gallo y Corrientes, donde se ubicó hasta 2018 el asentamiento en el que vivían 40 familias.
El viernes 19 y el martes 23 de noviembre se desarrolló la audiencia pública correspondiente, donde participaron varios vecinos de la zona del Abasto y alrededores -algunos de ellos miembros del Consejo Consultivo Comunal 3 y 5- para manifestar su rechazo a los convenios urbanísticos.
No obstante, este viernes a las 10 de la mañana habrá una reunión de la Comisión de Planeamiento Urbano de la Legislatura porteña donde se espera que se firme el dictamen para el tratamiento en el recinto durante el encuentro del 2 de diciembre, ya que en la Comisión el oficialismo Vamos Juntos es mayoría.
En el caso particular del inmueble de Gallo y Corrientes, se emplazó un antiguo asentamiento donde habitaban cerca de 40 familias. Fueron desalojados en septiembre de 2018, tal como informó este medio. Aparecieron herederos de estas tierras que figuraban como fiscales luego de las expropiaciones para la traza de la autopista (AU3) que finalmente no se realizó. Los herederos de los dueños originales de la tierra, a través de un apoderado, impulsaban el desalojo ante el Juzgado Nacional en lo Civil N° 39, cuya jueza es María Victoria Pereira. La causa tenía casi 20 años. Hace más de una década mencionamos que hubo vecinos que pretendían construir allí una plaza que querían nombrar Osvaldo Pugliese.
El Poder Ejecutivo porteño firmó el convenio urbanístico con los propietarios Javier Pelach, María Duek, Guido Kattan. Estos han presentado una propuesta en el marco de la Convocatoria de Convenios Urbanísticos de Proyectos Urbanos Innovadores.
El edificio de Gallo y Corrientes tendrá hasta 73,20 metros de plano límite (altura) hacia el interior de la manzana. Sobre el frente de Gallo tendrá casi 30 metros y sobre Corrientes tendrá casi 40 metros, ambos a la la misma línea que los edificios linderos. Sobre la ochava llegará a los seis metros de alto.
En total, el edificio a construir tendrá una volumetría de 13.319 metros cuadrados. Se debe destinar una superficie mínima de 221 metros cuadrados como espacio libre de accesibilidad pública.
“La celebración del presente convenio persigue el doble objetivo de promover los lineamientos y las acciones del Plan Urbano Ambiental y revitalizar el área central de la Ciudad, en el contexto actual, facilitando proceso de inversión privada y generando recursos adicionales para el tesoro de la Ciudad”, fundamentan en el Poder Ejecutivo porteño.
Los propietarios se comprometen a abonarle al Poder Ejecutivo la suma de 1.908.798 Unidad de Valor Adquisitivo (UVA), que el Gobierno porteño planea utilizar para “promover el desarrollo urbano equitativo y sustentable del Área Central de la Ciudad, facilitando su residencialización, a través del financiamiento de proyectos de construcción, adecuación o puesta en valor de equipamientos urbanos, la conformación de áreas peatonales y calles de convivencia, con vistas a su revitalización y difersificación funcional”.
Los otros 10 convenios: Campichuelo, entre Díaz Vélez y Jauretche; San Juan y Alberti; Amenábar 1501; Díaz Vélez y Virasoro; Lafinur y Cabello; 11 de Septiembre y Virrey Loreto; Corrientes y Juan B. Justo; Libertador 5723; Arcos 1865; Arcos 3631.
J.C.