Las redes sociales explotaron al difundirse que ante un pedido de informes el 13 de enero el ANMAT reconociera que la vacuna contra el Covid-19 de AstraZeneca contiene grafeno, una nanopartícula compuesta por átomos de carbono que serviría para generar sinapsis neuronal.
Muchos son los científicos, epidemiólogos y médicos del mundo que vienen denunciando desde hace tiempo que las vacunas anti covid-19 tiene grafeno. Se trataría de una nanopartícula que podría interactuar con nuestro sistema nervioso e intervenir en las sinapsis neuronales por lo que hay quienes sostienen que podrían influir remotamente en nuestros deseos o pensamientos.
El recientemente asesinado científico alemán, Andreas Noack, sostenía que ese grafeno actuaba como navajas por nuestro torrente sanguíneo dejándonos con riesgo de trombosis, ACV o infartos según dónde pueda llegar a lastimar el compuesto.
El escándalo luego se lo pretendió frenar ayer, desde la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), cuando desdijeron lo expuesto en el documento oficial, donde según dicen hubo un “error de tipeo”, que faltó la palabra “no” en la frase. Que debería decir que “Esta Administración Nacional aclara a la población que la vacuna COVID 19 AstraZeneca no contiene grafeno entre sus componentes.”
A todo esto el fiscal de la causa, Carlos Insaurralde, que había solicitado el pedido de informes investigando la muerte de una mujer que falleció tras haber sido inoculada contra el coronavirus ya había difundido la primera respuesta oficial del ANMAT. Ahora la Fiscalía General de San Martín le inició un sumario administrativo.
Recordemos que a fines del 2020 Diputados y Senadores nos prohibieron saber qué contienen estas inoculaciones de emergencia y hoy sabemos que el estar inmunizado no te hace realmente inmune al covid-19 en ninguna de sus variantes. El vacunado no solo puede enfermar y hasta morir, también pude contagiar. En defensa de las vacunas se dice que ayudan a bajar contagios y mitigan en caso de contagiarse. Por otro lado vemos en TV que caen deportistas y periodistas como nunca antes ante las cámaras y sabemos de muchos casos de muertes repentinas y extrañas. El fiscal Insaurralde sostiene que hay “más muertos por coronavirus vacunados que sin vacunar”.
¿Qué es más importante, la obediencia de vida, en este caso el silencio del fiscal o que lo haya hecho público con intención de advertir a la población? Y al fin y al cabo, ¿las vacunas tienen grafeno o no tiene grafeno? ¿No se puede hacer análisis públicos serios con muestras al azar? ¿Cuál es la verdad?
U.K.