Escribo esto aún sorprendido por el gran aval en materia de votos a los candidatos del espectro más derechoso principalmente a Javier Milei, pero también Patricia Bullrich que en la interna superó a Horacio Rodríguez Larreta. Intento imaginarme una Argentina bajo alguno de esos candidatos y si bien no son idénticos tienen bastante en común. En mi modesta opinión creo que ambos ven números macro y como tal entiendo que conllevará penurias para muchos y alegrías para los que más tienen. Sin embargo, podría estar equivocado por lo que prefiero entender lo que es, lo que sucede, en lugar de hacer futurología. Porque algo está avisando el que tanta gente vote por estas opciones en una PASO.
Para comenzar el actual presidente, puede que cansado o sino percibiendo el rumbo de su mandato, ni se postuló. Pero lo más extraño es que para ese partido hayan postulado a un candidato que no solo sabemos tiene muchas similitudes con Alberto Fernández, sino que también llegó siendo presentado el último año como el “salvador” en su rol de ministro de Economía en cuyo mandato nuestra moneda viene cayendo en picada. Podríamos decir que Sergio Massa resultó ser más bien como un salvavidas de plomo. Y como represalia al voto castigo el gobierno sumó una devaluación del 22% el día después de las PASO. De algún modo es como jugar para perder…
A mí entender la molestia más grande de la gente es la incertidumbre económica contando con una moneda que cada día vale menos, obligándonos a todos a buscar hacer malabares diarios para que los ingresos aguanten.
Claro que hay otros problemas de fondo que nadie resuelve y prácticamente ni se plantean: el modelo agroindustrial de producción con transgénicos que toleran agrotóxicos muy potentes que hace que nuestra nutrición sea en parte venenosa; el difícil acceso a la vivienda; la inseguridad tanto para el trabajador común, ¡los chicos! o quien se proponga hablar con megáfono en una plaza porteña donde pueda aparecer la policía y reprimir generando calamidades; la educación con una merma en los saberes mientras hay una preocupación en convencer a los niños de que, por ejemplo, tenemos posibilidad de elegir el género dado por la naturaleza, lo cual es mentira. Vemos también que desde los funcionarios no se viene haciendo lo necesario para frenar el saqueo de nuestras materias primas, en tal caso algunos se enriquecen con el sobre mientras en el suelo queda la contaminación. También hay “verdades” incuestionables como el encierro obligatorio masivo o las inyecciones experimentales que resultaron en demasiados casos muy perjudiciales para la salud. Algunas de estas cosas son muestras de que estamos gobernados por una élite mundial de multimillonarios y “filántropos” que nadie votó que manejan instituciones mundiales desde donde bajan directivas a nuestros políticos de turno para cumplir con sus agendas, como la 2030.
Ahora una cosa parece casi segura: se avecina un cambio. Posiblemente el nuevo horizonte tenga otras problemáticas. Esperemos que logremos mantener nuestros logros y derechos civiles. Ahora solo quedan esperar unos meses para las elecciones definitivas y ver las nuevas reglas de juego que nos depara el destino a partir de diciembre. Mientras tanto a no abrumarse por la incertidumbre, porque el poder de un mandatario es también el que le otorga su pueblo. En definitiva el verdadero poder de nuestras vidas está en nuestras manos; mientras, logremos mantener nuestro equilibrio viviendo con honestidad y confiemos en que la ley de la vida todo lo acomoda.
Rafael Sabini