La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires aprobó un pedido de informes promovido por el Frente de Todos sobre el estado de los caniles ubicados en plazas porteñas. El reclamo se originó ante quejas de vecinos de las Comunas 3 (Balvanera y San Cristóbal) y 2 (Recoleta), incluida la zona del Abasto.
“- La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires solicita al Poder Ejecutivo que, a través de los organismos correspondientes, informe en el término de treinta (30) días de recibida la presente, sobre los siguientes puntos referidos a los caniles que se encuentran en las plazas y parques de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: 1. Informe cuántos bebedores se encuentran en funcionamiento en los caniles ubicados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 2. Indique cuántos de esos bebederos fueron inaugurados en los últimos 4 años. 3. Informe con cuánta periodicidad el GCBA realiza el mantenimiento de los caniles ubicados en las plazas de la Ciudad. Detalle en qué consisten esos mantenimientos y si contemplan el mantenimiento o arreglo de los bebederos”, sostiene el requerimiento al Poder Ejecutivo.
La defensa del pedido cita el reclamo de vecinos de la zona del Abasto y alrededores: “Durante las últimas semanas hemos tomado conocimiento del mal funcionamiento de varios bebederos situados en los caniles de plazas y parques de las comunas 2 y 3. Por lo que vemos con cierta preocupación la situación en la que se encuentran los caniles en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.”.
“Según la página oficial del GCBA, en la Ciudad habitan unos 3 millones de personas y entre 800 mil y un millón de perros y gatos (con o sin dueño). Esto significa que existe una mascota cada tres vecinos.”.1 Según esos datos, la cantidad de caniles en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es insuficiente para abastecer las necesidades de esparcimiento de un millón de animales de compañía. A lo que, si le sumamos que hay caniles que no cuentan con las condiciones óptimas de uso o no garantizan cuestiones básicas como el agua, estamos hablando de cada vez menos espacios para los animales de compañía”, se agrega en la defensa.
“En los últimos años la ciencia ha avanzado mucho en el estudio de los animales de compañía y las consecuencias que generan en el entorno en el que viven. Los animales de compañía pueden disminuir el estrés y la sensación de soledad, mejorar la salud del corazón e, incluso, ayudar a las infancias con su desarrollo emocional y capacidad de relacionarse socialmente. En términos químicos y biológicos la reacción se explica, entre otras cosas, por la liberación de oxitocina, una hormona relacionada con el placer, al igual que el aumento del nivel de liberación de endorfinas y la baja del nivel de cortisol en sangre, uno de los indicadores del estrés”, concluye el texto parlamentario.
J.C.
