Dos vecinos de Almagro están al frente de un comercio dedicado a los cómics y las cartas coleccionables. Es un espacio en el que todas las tardes se juegan partidas y también es sede de torneos.
“Así como te jugás un partido de fútbol, salís del trabajo y te venís acá a jugar una partida, este es un lugar de encuentro”, asegura Juan, uno de los dos socios fundadores de Pirulo Coleccionables, un local ubicado en Sánchez de Bustamante 466, plena zona del Abasto, dedicado a los juegos de cartas coleccionables, en particular a Magic The Gatering (MTG). El salón principal de esta tienda cuenta con unos 50 asientos para que la gente pueda jugar durante la tarde, en encuentros a sala llena. También se especializan en cómics (principalmente publicaciones norteamericanas), manga (historieta japonesa) y juegos de mesa.
Juan y su socio Carlos son vecinos y hace unos 20 años se conocieron jugando MTG. “Eran épocas en que jugábamos Magic y también al Counter Strike (un videojuego táctico muy popular, en particular en la época de los cyber café). Yo era más coleccionista, él más jugador. Como las cartas son coleccionables y con el paso del tiempo adquieren un valor superior, decidimos ponernos a venderlas. Lo hacíamos desde nuestra casa, acá en el barrio”, recuerda.
Esta iniciativa prosperó y decidieron abrir un local exclusivamente para la venta de cartas Magic. “Nosotros somos jugadores, queríamos brindar un lugar pensado con y para los jugadores, por eso al tiempo abrimos un local en Bulnes y Potosí, cerca de Plaza Almagro, en el cual los jugadores podían venir a disputar partidas y pasar la tarde. Los jugadores son la gente que nos acompaña y nos hace crecer”, agregó.
Allí estuvieron varios años hasta que dieron “el salto” al nuevo local de Bustamante, en la zona del Abasto. “Acá es mucho más grande, tenemos 50 lugares y los fines de semana y en la semana también se llena”, celebra Juan.
Allí se disputan torneos internos y también se celebran rondas clasificatorias para torneos de mayor relevancia, a nivel nacional y también internacional, lo cual lo convierte en un sitio de referencia para la comunidad amante de MTG.
Desde la calle, el frente de Pirulo se destaca por sus colores vivos y una vidriera llena de libros, revistas y juegos de mesa. Al interior, la magia continúa y se abre en una extensa sala repleta de mesas rectangulares, que con el correr de la tarde se van llenando de más y más jugadores, de todas las edades. Para amenizar más la experiencia, hay un buffet en el cual se pueden pedir bebidas y comida caliente.
Al lugar se lo puede tomar como un museo de la cultura pop, ya que en la parte superior de las paredes hay vitrinas con estatuas de resina de los X-Men de gran tamaño, también hay cartas especiales e ilustraciones enmarcadas a lo largo y ancho. La mística se percibe en cada rincón.
Los sectores de historietas, juegos de mesa y juegos de cartas coleccionables están diferenciados y se los puede recorrer con tranquilidad, pudiendo acudir a la consulta de los trabajadores del lugar, entendidos en la materia.
Pirulo es un lugar para sentarse, desplegar el tablero y que el tiempo se detenga. Durante el encuentro con Juan varios grupos inician partidas de MTG en un clima relajado, con charlas y risas en el medio.
“Así como te jugás un partido de fútbol, salís del trabajo y te venís acá a jugar una partida, este es un lugar de encuentro, te hacés un grupo de amigos, conocés gente”, resalta Juan.
“Jugando a las cartas nos volvimos a encontrar con gente de cuando éramos chicos. Hoy tenemos familia, hijos y seguimos jugando. Los mejores amigos los formás acá. Cuando sos grande te distanciás de la gente de la escuela, la facultad, del barrio. Acá encontrás un grupo de pertenencia. Pasan los años y es imposible dejar de jugar Magic. Hay cosas que no cambian, hay pasiones que no cambian a lo largo de la vida”, concluye Juan.
J.M.C.