La Comuna 5 de la Ciudad de Buenos Aires (Almagro y Boedo) inició la reforma del canil en la Plaza Almagro, ubicado en la esquina de Salguero y Perón.
El presidente de la Junta Comunal 5, Sebastián Perdomo, señaló por medio de las redes sociales oficiales de la Comuna que se trata de una serie de reformas “para mejorar el uso y la convivencia entre paseadores de perros, tenedores de mascotas y vecinos”.
Los trabajos habían iniciado en enero y la idea inicial es que se extiendan al menos por cuatro meses.
“Ante las quejas de vecinos, decidieron colocar unas paredes sobre Salguero y sobre Perón para que el ruido y los ladridos reboten hacia el centro de la plaza”, explicaron a este medio un grupo de paseadores de perros que concurren a diario y que se reunieron con autoridades comunales en el proceso previo para diseñar la obra.
La Plaza Almagro es el principal pulmón verde en este punto de la Ciudad de Buenos Aires, uno de los más densamente poblados. Además del canil, hay una histórica calesita, postas aeróbicas, una cancha de básquet, entre otros espacios que están llenos de vecinos la mayor parte del día.
En los alrededores, otro espacio público es el Patio Salguero, en Salguero entre Guardia Vieja y Humahuaca, pero no cuenta con canil. Para llegar a uno hay que caminar varias cuadras: los hay en la Plaza Fumarola, en Perón y Anchorena al lado del Parque de la Estación, o en el Parque Centenario, en el límite entre Caballito y Almagro.
“Con los paseadores de perros hablábamos entre nosotros para organizarnos, en general veníamos por la mañana y ya por la tarde había más que nada dueños de mascotas”, repasan paseadores ante este medio.
Comentan que la relación con los guardianes de plaza es buena e incluso se llevan bien con los efectivos de la Policía de la Ciudad asignados para esta zona. Solo concurren “cuando hay algún vecino que llama a la policía por los ladridos”, pero los uniformados “se manejan lo mejor posible, no hay mala onda”.
Con el tiempo, el tema de convivencia entre frentistas y mascotas escaló y por eso se decidió iniciar la obra en el canil de la Plaza Almagro. Para los paseadores consultados, hubiera sido mejor invertir ese dinero en ampliarlo o mejorar sus instalaciones, pero entienden la situación.
Mientras dura la obra, tanto paseadores como dueños de mascotas caminan con sus perros por los pasillos internos de la plaza y las áreas verdes.
De todos modos, esto es algo que ya ocurrió cuando el canil estaba habilitado. Es tanta la cantidad de personas con mascotas que desborda la superficie del canil de Bulnes y Salguero.
“En esta zona la Plaza Almagro es el único lugar al que podés venir con tu mascota. De hecho, es uno de los pocos espacios públicos en un barrio que está estallado de gente”, razona uno de los paseadores.
Para cuando finalice la obra, esperan poder volver a trabajar como hacían antes sin tener que llevar a las mascotas a la Plaza Fumarola, al Parque Centenario o lugares lejanos. Además, también bregan porque terminen las rispideces entre frentistas y, como había dicho la Comuna 5, se logre la armonía entre quienes transitan y viven frente a este pulmón verde de Almagro.
J.M.C.
