El 14 de octubre de 1984 cerró el Mercado de Abasto Proveedor, faro principal por la cual se identifica todo nuestro vecindario.
El Mercado de Abasto se había engendrado en 1888 cuando la sociedad Antonio Devoto y Cía solicita a la Municipalidad la autorización para un mercado en su terreno al año siguiente quedó constituida la Sociedad Anónima Mercado de Abasto Proveedor, integrada por productores y puesteros del Mercado Modelo que acababan de clausurar. En 1890 se habilitan las obras precarias que son inauguradas definitivamente en 1893. Luego el Mercado, junto con el barrio, siguieron creciendo y con los años se sumaron espacios, como frigoríficos, que permitieron comercializar otros productos además de frutas y verduras.
En ésa época el barrio estaba fuera de la urbe y como arrabal arropó a varios destacados de la música popular, el más ilustre tal vez, Carlos Gardel. La magnífica y hermosa estructura conformada por los característicos arcos fue creada en los años ´30 por el arquitecto Viktor Sulčič, el geómetra Raúl Bes y el ingeniero José Luis Delpini. La película Mercado de Abasto con Tita Merello nos da una visión de lo que pudo haber sido aquello a mitad del siglo pasado.
Pero el trajín continuó y lo que era arrabal pasó a ser ciudad, “de la mula al mionca” como quien dice, y el tránsito pasó a sobrepasar lo tolerable por lo que las autoridades decidieron el cierre y traslado al nuevo Mercado Central.
Con el vacío que generó el Mercado cerrado el barrio entra en una etapa rara, como un paréntesis medio oscuro y pese a todo magnético. Porque si algo tenía esa gran mole vacía sobre la Avenida Corrientes al 3200 era esa gran fuerza de atracción que no cesó con el cierre. En esa época muchos depósitos se convirtieron en viviendas precarias, otros tantos en espacios culturales, quedando el paisaje como suburbano, todo a veintidós cuadras del Obelisco. El florecimiento cultural de la zona se dinamizó con la vuelta a la democracia y pulularon lugares de prueba artística y experimental por esta zona, cuestión que aún se refleja, por ejemplo, en la cantidad de salas teatrales que ofrecen obras sin parar.
Hace un cuarto de siglo el barrio volvió a cambiar fruto del impulso que provocó la reapertura del Mercado ahora convertido en shopping. Nacen también las torres, un hipermercado y un hotel cinco estrellas. Además, prontamente, una fábrica de aceite en desuso se convierte en el Centro Cultural Konex.
Entre el antiguo edificio (Lavalle) y el nuevo (Corrientes) se emplazó la Plaza del Zorzal que si bien es un espacio público, funciona como parte del centro comercial. Por otro lado había quedado un lote en Sánchez de Bustamante, entre Lavalle y Guardia Vieja, que pertenecía a la sociedad anónima arriba mencionada y en 2020 el gobierno porteño abrió allí un espacio público: Patio del Abasto.
En este periplo de 25 años, que también coincide con la vigencia de este medio, el barrio sigue cambiando. Hay vecinos que piden controlar el modo de edificación para que se equilibre con espacios verdes que se necesitan, mientras piden mantener fachadas con belleza arquitectónica que también le dan identidad al barrio.

Rafael Sabini

 

En tapa: Foto “La Espera” (1995) de Raúl Rodríguez.
Supo ser portada del número 33 (abril 2002), esta vuelta volteamos la imagen de modo horizontal.

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