El 18 de mayo los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires votarán para renovar 30 de las 60 bancas de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Además, quienes residen en Almagro y Boedo participarán en una consulta popular no obligatoria para que la Comuna 5 se denomine Almagro-Boedo. Si gana la positiva, se tratará como un proyecto de Ley en el Poder Legislativo local.
En base a la Ley N° 1.777 de Comunas de 2005, los 48 barrios porteños se dividen en 15 Comunas, unidades de administración descentralizada. A nivel local, la zona del Abasto se reparte entre la Comuna 3 (Balvanera y San Cristóbal) y la 5 (Almagro y Boedo).
Dicha norma menciona que las 15 Comunas tienen un número y también pueden llegar a tener un nombre, elegido por los vecinos en procesos de consulta popular.
El puntapié inicial lo había dado la Comuna 9 (Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda) con una consulta durante las elecciones para jefe de Gobierno de 2015. Los vecinos validaron que se llame “Lisandro de la Torre”, por una huelga histórica de frigoríficos que ocurrió a mediados del siglo pasado.
Con ese antecedente, en 2017 el Consejo Consultivo Comunal –asamblea de vecinos contemplada en la Ley N° 1.777- inició un proceso de deliberación que culminó con una elección en la que los residentes de ambos barrios eligieron el nombre Almagro-Boedo para la Comuna 5.
El proceso había sido validado por autoridades comunales, pero nunca se instrumentó la consulta popular. Ahora, la actual Junta Comunal 5 envió a la Justicia Electoral porteña la petición para realizar la votación ciudadana y ponerle nombre a esta Comuna.
Con una Resolución publicada el 10 de marzo de este año en el Boletín Oficial, el Tribunal Electoral de la Ciudad de Buenos Aires aprobó la fórmula para “realizar la consulta popular en forma simultánea con la elección general (del 18 de mayo) convocada por la Junta Comunal N° 5” para que dicha Comuna se denomine Almagro-Boedo.
El 18 de mayo los vecinos de la Ciudad votarán con Boleta Única Electrónica (BUE) para renovar media Legislatura porteña. Según lo dispuesto por el Tribunal Electoral, los vecinos “utilizarán el mismo instrumento de votación que se empleará para la elección general, cuyas pautas serán diseñadas y aprobadas por el Instituto de Gestión Electoral”.
El organismo judicial también explica que a los vecinos se les consultará si están “de acuerdo con que la Comuna N° 5 se denomine ‘Almagro-Boedo’” y las opciones para elegir serán “Sí” o “No”. “Además, se deberá aclarar expresamente en el instrumento de votación que el sufragio no resulta obligatorio”, indican las autoridades.
En caso de que gane el “Sí”, en adelante el resultado será remitido mediante un proyecto de Ley para su tratamiento a la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
A fines de octubre del año pasado hubo polémica por este asunto. En ese momento, la Secretaría Administrativa del Consejo Consultivo Comunal 5 había emitido un comunicado de repudio y denunciaba que la Junta Comunal tenía pensado proponer nuevos nombres para la Comuna 5, sin tener en cuenta la votación de 2018.
El Consejo Consultivo 5 pedía respetar “la voluntad popular del proceso participativo, legítimo y democrático” de ese año y recordaba que había sido “formalizado por la Junta Comunal 5 de entonces”.
Finalmente, esto se subsanó y el 18 de mayo se vivirá una jornada histórica con respecto a la historia de la Ciudad de Buenos Aires. Más allá de lo redundante del nombre Almagro y Boedo, detrás se inscribe una extensa historia de participación ciudadana.
Juan Manuel Castro