El mapa oficial del Gobierno porteño concluye que en 2018 hubo 21 denuncias de robo por día en Balvanera y Almagro. Desde marzo, efectivos de la Policía de la Ciudad usarán armas eléctricas en vagones del subte, pese a críticas de organismos de derechos humanos.
El Gobierno porteño actualizó los datos del Mapa oficial del delito. Allí se concluye que Balvanera es el segundo barrio de toda la Capital Federal con más denuncias por robos violentos. En 2018 hubo 4.391, es decir 12 al día.
En Balvanera aumentaron un 13,5% con respecto a 2017, donde se contaron en total 3.796 hechos.
Almagro, otro de los barrios donde está comprendido el Abasto, se ubicó en sexto lugar en el conteo de 2018. Tuvo 3.215 hechos, es decir nueve a diario. En 2017 registró 2.897 hechos. Hubo una suba interanual del 9%.
Juntos, ambos barrios suman 7.606 hechos reportados durante el año pasado. Al día se denunciaron 21 robos en la zona.
Este estudio concluye que en 2018 los robos aumentaron 3% en todo el territorio porteño si se compara con números de 2017. El año pasado hubo 70.648 robos registrados, es decir que hubo 193 asaltos y 30 ataques de motochorros a diario.
En primer lugar se ubica Palermo, con 4.949 robos denunciados. Segundo está Balvanera. En tercer lugar está Flores (4.039). En cuarto se ubica Recoleta (3.588) y Caballito le sigue con 3.358 robos.
En cuanto a ataques de motochorros, Balvanera registró un 71 % de aumento de 2017 a 2018.
En julio de 2018 el Gobierno porteño discontinuó el sistema de 54 Comisarías divididas en circunscripciones e implementó un esquema con 15 Comisarías Comunales, apoyadas por casi 40 Comisarías Vecinales.
Algunas entidades de la zona como Buenos Vecinos BA o la Asociación de Amigos de la Avenida Entre Ríos atribuyen el alza en robos a este cambio. Señalaron que en los primeros meses del nuevo sistema hubo más ilícitos en viviendas y negocios. Dicen que también hubo desconcierto sobre a qué comisaría acudir para pedir ayuda o denunciar.
Fuentes oficiales dijeron que el sistema vigente es mejor y que la transición culminará con nuevos edificios para las Comisarías Comunales. Además, a principio de diciembre se sumaron a la fuerza porteña 1.800 agentes nuevos.
Todos estos hechos ocurren en la superficie. Para el subsuelo, el Gobierno porteño tiene pensado implementar las pistolas eléctricas Taser (X26) en los vagones del subte. Si bien la mayoría de los casos son de hurtos (billeteras y celulares) y de acoso sexual, el Gobierno de la Cuidad lo piensa como prueba piloto. Al cierre de esta edición se supo que efectivos locales se capacitarán en Brasil para el uso de las armas no letales.
El secretario de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro, había dicho con anterioridad que la administración porteña necesita “protocolizar el uso de armas no letales, como las Taser”.
“La doctrina que hoy tenían nuestras fuerzas de seguridad era una doctrina que los dejaba totalmente inermes y los ponía en el lugar de victimarios cada vez que actuaban”, dijo el funcionario.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación emitió un fallo en 2016 que habilitó su uso en tierra porteña. Recién ahora se activa esta posibilidad, en sintonía con Casa Rosada. Patricia Bullrich, ministra de Seguridad de la Nación, usará 300 Taser en vagones de tren y en aeropuertos. Si la experiencia es buena, las fuerzas federales las usarán en el espacio público.
El secretario general de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP), Roberto Pianelli, dijo: “Pensar en usar una pistola en el subte, eso espanta. Es un lugar saturado de gente donde cualquier acción de este tipo puede generar un hecho de caos dentro del subterráneo”, afirmó.
Amnistía Internacional Argentina expresa su preocupación por el uso de Taser, tanto por parte del gobierno de la Ciudad como por parte del gobierno de la Nación. Según sus estudios, las armas de electrochoque presentan un alto riesgo de que “se utilicen de manera inapropiada y excesiva” (incluyendo malos tratos y torturas) debido a “que no dejan rastros visibles de lesiones o sufrimiento en la persona”.
“El punto es cómo el Gobierno puede garantizar que las fuerzas de seguridad hayan sido capacitadas y estén preparadas continuamente para que no ocurran usos incorrectos”, señaló Mariela Belski, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Argentina.
Desde marzo también se usarán cámaras de vigilancia con reconocimiento facial en las Líneas A, B, C, D, E y H.
J.M.C.