Están en plena marcha las obras para que el Teatro del Pueblo se instale en el inmueble de Lavalle 3636, en Almagro.
En el frente están fijados los carteles correspondientes de obra, con los nombres de los responsables. También los de las inspecciones oficiales del Gobierno porteño. Al lado del buzón de cartas, hay un cartel con la leyenda: “Teatro del Pueblo. Teatro dedicado al autor argentino. SOMI. Fundación Carlos Simigliana.
El Teatro del Pueblo funcionó en Roque Sáenz Peña 943. Luego, por cuestiones administrativas, debió buscar nuevo hogar. Así llegó a Almagro. En realidad, debió abrir sus puertas entre fines de 2017 o comienzos de 2018, pero los trabajos de refacción continúan en la actualidad.
Por caso, se removieron las puertas de ingreso que tenía la antigua sala, el Teatro La Nave.
Este jueves 15 de junio de 2017 la Legislatura de la Ciudad declaró al inmueble de Almagro como sitio de interés cultural y acordó colocar allí una placa alusiva.
Según los fundamentos del Despacho votado ese jueves, autoría del legislador Omar Abboud (PRO), el Teatro del Pueblo es “uno de los primeros teatros independientes de Argentina y América latina. Nace a fines de noviembre de 1930, en un contexto socio-cultural donde la crítica al teatro comercial se evidenciaba mediante la propagación de grupos de teatro independiente. Pero no todos esos grupos tuvieron la eficacia y la constancia en su lucha como la del Teatro del Pueblo. Sin duda Leónidas Barletta -el promotor del grupo- tuvo mucho que ver con este hecho”.
A partir del 20 de marzo 1931 según el acta oficial de fundación, Leónidas Barletta se convierte en el director del Teatro del Pueblo y hasta su muerte alterna su actividad teatral con su trabajo como comprometido periodista. Durante más de veinte años el Teatro del Pueblo va a carecer de un lugar propio y estable, por lo tanto se ve obligado a recorrer distintos edificios hasta que alquila actualmente en Diagonal Norte 943, trasladándose próximamente a una nueva sede en Lavalle 3636, rescata el proyecto de Abboud.
También se cita como hito que en 1987 un grupo prestigioso de teatristas lo recupera bautizándolo con el nombre de Teatro de la Campana, y en 1996, por fin, el Teatro del Pueblo abrió nuevamente sus puertas recuperando su nombre mediante un convenio que suscriben el Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos y la Fundación Carlos Somigliana (SOMI), que desde entonces tiene a su cargo la dirección artística, técnica y ejecutiva.
J.C.
Foto: Revista El Abasto