Este martes al mediodía la comunidad educativa del Jardín del Hospital Ramos Mejía realizó una protesta contra el traslado de su actual sede, en Venezuela 3158, a la futura escuela inicial que se construye en Catamarca y Moreno, en la Plaza Manzana 66.
“Hoy nos juntamos para gritar bien fuerte “El Ramos no se cierra”, sino que se queda en Venezuela 3158”, expresó la comunidad educativa.
Denuncian que el “traslado es cierre”. En la web oficial del Gobierno porteño sobre el plan de 54 nuevas escuelas se habla del establecimiento de la Manzana 66 como nueva sede del Jardín del Ramos Mejía y no como institución independiente.
En 2016, luego de varios años de lucha, se aprobó la Ley N° 5.800 que crea la plaza y la escuela. Los vecinos piden que este nuevo establecimiento sume 300 vacantes a Balvanera y no que solo sirva para absorber las casi 200 del Jardín del Ramos.
“En junio del 2014 en la escuela Mariano Acosta, el barrio decidió que ante la falta de vacantes se necesitaba una escuela inicial en la Manzana 66 y la conseguimos, 300 vacantes para el barrio, si nos cierran el jardín del Ramos, perdemos 200 de esas vacantes”, dicen los vecinos.
El año pasado, el Gobierno porteño planteó el cierre progresivo del Lactario del Jardín del Ramos, como paso previo al cierre de Venezuela 3158 y el traslado a Catamarca y Moreno. La Justicia en un fallo ordenó la reapertura del Lactario para este ciclo lectivo 2019, tal como terminó ocurriendo.
La semana pasada, la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad rechazó el recurso de apelación que había presentado el Ministerio de Educación e Innovación porteño sobre el cierre progresivo del Lactario.
En asambleas vecinales y educativas, se manifiesta que la reapertura del Lactario es una victoria, pero que sigue latente el problema de fondo, que es el traslado.
J.C.
Foto: No al Cierre del Jardín Maternal Hospital Ramos Mejia Facebook
