Este domingo por la tarde se hizo una Barriada Fotográfica, recorrido cultural, por calles del Abasto en el marco de la apertura de la muestra Abasto de Artistas en el Museo Casa Carlos Gardel (Jean Jaurés 735). El museo organizó la jornada junto a instituciones locales como Comuna 3 Carlos Gardel, Proteger Abasto, Teatro Comunitario Almagro-Abasto Sin Telón. El encuentro culminó con un concierto de tango de Lulú y sus guitarras dentro del museo.
Pasadas las 15.30 inició la actividad. Había vecinos, turistas, seguidores del tango. Estuvo presente la directora del museo, Marina Cañardo. Elisabet Mosconi, de Proteger Abasto junto a Octavio Fernández, guió la visita, que atravesó las calles Zelaya, Anchorena, Pasaje Carlos Gardel y la avenida Corrientes.
La primera actividad fue frente al museo. Disertó el fileteador porteño Gustavo Ferrari (quien colaboró con esta revista en varias ocasiones). Contó que inició en 2001, es discípulo de Alfredo Genovese, tuvo un puesto en el Paseo del Tango (Pasaje Carlos Gardel), viajó por el mundo para dictar talleres y participar en festivales. En el presente tiene su atelier en Panal 361 (Jean Jaurés 361), un edificio donde residen y dan clases artistas de diversas disciplinas. Panal está mencionado en la muestra Abasto de Artistas.
Repasó el concurso hecho en 2004 por el cual se pintaron con filetes porteños seis frentes de casas antiguas de Jean Jaurés, a la altura de Zelaya. “Al ver el resultado, muchos otros negocios de la zona pintaron filetes después”, celebró de aquella experiencia que hoy continúa presente en los muros aludidos.
Contó que no hay precisiones oficiales, pero que se atribuye el inicio del filete porteño a los carros de caballo que ingresaban a los mercados de fruta y verdura, como el antiguo Mercado de Abasto Proveedor. “Los mercados tenían que ver con los carros y con la vida cotidiana de los trabajadores de la zona”, señaló y añadió que recién en los años setenta se empezaron a pintar en frentes y vidrieras de negocios.
Analizó que los diseños de cintas y flores probablemente estén inspirados en la mampostería de las casas antiguas, que tenían detalles ornamentales.
Destacó que en la estación Carlos Gardel del subte B, bajo el shopping Abasto (ex Mercado de Abasto Proveedor), hay una pieza de filete porteño hecha por León Untroib a pedido del Gobierno porteño cuando se celebraron los 50 años de la muerte de Carlos Gardel. “Es tal vez la obra más linda de filete”, dijo.
Cañardo mencionó que en Abasto de Artistas se exhibe el cuadro “Una selfie con Gardel” del fileteador Jorge Muscia.
Luego empezó la caminata que llevó a los presentes hasta el frente de Jean Jaurés hecho por Tulio Ovando en una casa de 1921 en el marco del concurso señalado. Allí disertó la socióloga e investigadora del CONICET Mercedes Bracco, quien participó en la postulación para que el filete porteño sea declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
“El interés por la postulación fue sobre la identidad de Buenos Aires. El antecedente había sido la declaración del tango (desde 2009 integra la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad). Lo que se declara es la técnica que hace único al filete. Por eso un grupo de sociólogos y antropólogos trabajamos con la Asociación de Fileteadores porteños. Antes se pensaba que solo quedaba un viejo de 200 años que hacía filete, pero en realidad hay una comunidad con gente de todas las edades y muchos jóvenes; hay en Buenos Aires, en todo el país y en el exterior”.
“La postulación fue también para dar más visibilidad a la actividad del filete. Nos juntamos con los fileteadores para definir la técnica del filete. UNESCO quería que la postulación estuviese hecha por los portadores (hacedores) del filete. Nuestra tarea fue traducir a un idioma técnico cuando ellos nos decían “el filete es un sentimiento”. Fue una instancia de reflexión del propio trabajo. Vimos que había un clima de unión y no de competencia. Mediante la postulación ellos logran una voz institucional más rica y más densa”, sumó.
Como elementos característicos del filete, la socióloga citó: “Las flores de cinco pétalos, hojas de acanto, la cinta con la bandera argentina, la volumetría inspirada en la arquitectura de casas antiguas, la simetría, la distribución de los llenos y vacíos. Es una técnica artística específica. Ellos dicen que es un oficio. Con la postulación vimos que el filete está más vivo que nunca”, concluyó.
Tras esta explicación, los asistentes se apostaron sobre la esquina de Zelaya y Jean Jaurés, frente al Centro Argentino de Teatro Ciego. Mosconi repasó que los mercados porteños iniciaron como huecos (también son los antecedentes de muchas plazas, en especial en el Casco Histórico). En la antigüedad eran mercados mayoristas y minoristas donde asistían criollos, indios, negros. De hecho, Plaza Miserere en la antigüedad se llamó el Hueco de Miserere (por el antiguo vecino Antonio González Varela, apodado El Miserere, quien tenía los Corrales de Miserere). Más tarde se llamó Mercado del Oeste (de hecho hoy hay un frontispicio del Mercado y Frigorífico Plaza Once-Lezica sobre la recientemente restaurada recova de Pueyrredón y Rivadavia).
Dijo que hasta bien entrado en siglo XX el norte de Balvanera era una zona de quintas y pastizales, donde se destacaban las quintas de Noguera y Araoz. Era el suburbio de la Ciudad de Buenos Aires de aquel entonces, por eso los hermanos Devoto eligieron emplazar allí un mercado proveedor. Fue mediante una Sociedad Anónima integrada por puesteros. Señaló que el mercado, iniciado en 1889-1893, dinamizó la zona. Luego se construyeron muchas casas con sótanos para la venta mayorista de verduras y frutas. Muchos dicen que incluso se maduraban allí, lo que generaba la presencia de insectos. Algunos dicen que había un tipo de araña peligrosa (situación que quedó inmortalizada en la película Mercado de Abasto de 1995). Hoy la calle Guardia Vieja, entre Agüero y Mario Bravo, conserva varios de esos negocios con sótano.
El recorrido atravesó el Pasaje Zelaya, donde está ubicado el Teatro El Cubo y la esquina Cátulo Tango. En el pasado se hizo una intervención artística de frentes con filete porteño y partituras de célebres tangos. Más adelante se fijaron placas de mármol con letras insignia del dos por cuatro en las veredas. Hoy los murales y las placas están en mal estado.
Se caminó por Anchorena hacia el sur hasta la esquina con el Pasaje Carlos Gardel. Allí estaban presentes los integrantes del grupo de Teatro Comunitario Almagro-Abasto Sin Telón, que inició su actividad en 2017 con ensayos en el Teatro Archibrazo (sobre el cual hay elementos montados en la muestra Abasto de Artistas).
Hicieron una escena de la obra El Mercado Olvidado, que repasa la vida cotidiana de jornaleros, compadritos y tangueros de antaño. Señalaron que el 9 de noviembre harán una función para presentar la obra completa en la Plaza Almagro (Bulnes y Sarmiento). Este espacio verde es donde ensayan los fines de semana. La dramaturgia fue hecha en forma colectiva.
“Este es un proyecto teatral por el barrio y para el barrio”, dijeron los integrantes de Sin Telón tras el aplauso final de los asistentes a la Barriada Fotográfica y tantos otros peatones que paseaban por la zona y se engancharon a mirar la obra.
En esa misma esquina, Mosconi habló de la construcción del antiguo Mercado (1893), cuya estructura hoy está en pie sobre la calle Lavalle. Dijo que estaba hecho en hierro y vidrio. Mencionó que las piezas se hicieron en los talleres Vasena, hoy Plaza Martín Fierro (Oruro y Urquiza, San Cristóbal), los cuales en 1919 fueron epicentro de la Semana Trágica. Este verano hubo un acto recordatorio organizado por vecinos. En 1928 se construyó un Anexo en Bustamante 759-771, el cual se convertirá en el Patio del Abasto, un nuevo espacio verde y público.
Mosconi resaltó que el Mercado antiguo tenía calles internas, había cuatro entre las actuales Corrientes y Lavalle que corrían en el mismo sentido. Agüero y Anchorena también estaban comprometidas al funcionamiento del Mercado. Dijo que había una cúpula central (muy parecida a la del Mercado de San Telmo), los pisos eran adoquinados y los puestos tenían mármoles de carrara. Además, había mucho aire y luz dentro del Mercado porque había sido concebido con una perspectiva higienista. Era porque seguía latente el fantasma de la fiebre amarilla que diezmó Buenos Aires entre 1 852 y 1871.
Luego, habló Catalina Cabana, historiadora del barrio y autora del libro “Abasto y de porqué acá nació el tango”. Dijo que en la época de esplendor del ex Mercado de Abasto había una “relación simbiótica” entre el Mercado y su alrededor.
Contó que el Mercado funcionó las 24 horas desde sus inicios, a fines del siglo XIX, hasta los años 60 por una restricción del presidente de facto Juan Carlos Onganía. Por ese motivo florecieron a su alrededor fondas, cantinas, conventillos, hoteles. Los trabajadores entraban en distintos horarios y por eso iban a cines, teatros, bares. Eran de distintas nacionalidades (en especial italianos y españoles) y no se entendían, por eso nació el cocoliche y el lunfardo.
Con respecto al tango, Cabana dijo que nació en la zona del Abasto porque era una orilla de Buenos Aires, pero no una orilla de agua (el Puerto y La Boca del Riachuelo) sino una orilla urbana. Dijo que el tango en sus orígenes no era prostibulario, que eso fue un mito posterior instalado en un revisionismo a fines del siglo XX. Dijo que los trabajadores del Mercado empezaron a escuchar tango en las noches de fondas y conventillos. Lo hacían para divertirse, pasar el rato. Las primeras melodías eran sencillas y las letras se improvisaban en el momento. Dijo que la atribución del tango a la melancolía y la tristeza es posterior y que está mitificada.
Sobre los personajes del Abasto, Cabana citó a algunos: “Acá nace Aníbal Troilo, que siempre fue del Abasto pese a haber vivido en otros barrios porteños y en el exterior (en la muestra Abasto de Artistas se exhibe un bandoneón suyo). También estuvo acá Ada Falcón que cantaba en el extinto Cine Teatro Soleil (Corrientes 3150), Tita Merello quedó inmortalizada por la película Mercado de Abasto, El Cachafaz bailaba por la calle Agüero y cuentan que desde el antiguo Bar O´Rondeman (Humahuaca 3202) le tiraban monedas, también vivían por acá los hermanos Lucio (compositor y pianista de tango) y Lucas (fue el director de la película Mercado de Abasto) Demare”.
La última posta de la Barriada Fotográfica fue sobre la avenida Corrientes, a la altura del 3240, para poder mirar la fachada del nuevo Mercado, hecha entre los años 1931 y 1934. Es el frene al que se asocia al Abasto de forma contemporánea.
Mosconi dijo que la sociedad anónima del Mercado de Abasto había prosperado y quería mostrarlo mediante la arquitectura. Dijo que Buenos Aires se convertía en una gran capital mundial (dejaba atrás la impronta de Gran Aldea) y por eso en la zona se construyeron muchos edificios importantes con diseño de grandes arquitectos, como Virginio Colombo. La Torre Saint de fines de los años 20 es testigo de ello; su cúpula fue restaurada hace poco luego de un incendio producido hace décadas.
Delpini-Sulcic-Bes fue el estudio de arquitectura que desarrolló el proyecto del Mercado de Abasto. Su nombre está tallado en el ingreso principal, a mitad de cuadra. También figuran los de Arienti y Máisterra que fueron responsables de los obreros. Contó que Palanti (autor del Palacio Barolo) había hecho un pre-proyecto que fue rechazado por no haber sido lo suficientemente imponente.
Este nuevo Mercado fue hecho con la técnica de hormigón armado, una señal de avanzada en la época. Se construyó in situ (en el lugar) rescatando el espíritu higienista de que hubiera aire y luz por doquier, tanto en los subsuelos, como en los pisos superiores. Los techos incluso tienen cristales para que se filtre la luz del sol.
Mosconi terminó su exposición al mencionar que este edificio tiene Protección Estructural por la normativa vigente del Gobierno porteño. De hecho, integra el Área de Protección N° 32 (APH) por la Ley N° 3.621, incluyendo algunas viviendas linderas.
Comentó a los presentes que desde Proteger Abasto a fines de 2018 se presentó un proyecto de ley para ampliar la APH y lograr la protección de otras tantas viviendas representativas de la identidad barrial del Abasto, las cuales conservan rasgos edilicios y fueron protagonistas de la historia laboral y cultural mencionada a lo largo de toda esta Barriada Fotográfica especial para celebrar la realización de la muestra Abasto de Artistas.
J.C.
Fotos:
Barriada y afiche de Mercado de Abasto: Revista El Abasto
Filetes y murales: Wikipedia, VidaSurrealista
Mercado antiguo: Arcón de Buenos Aires
Comparación del Mercado de Abasto antiguo y moderno: Moderna Buenos Aires
Lulú y sus guitarras: Comuna Gardel