Un mural imponente con alegorías a los pueblos originarios, de Lucas Quinto, despierta la atención hasta del más distraído. En Perón, casi Sánchez de Bustamante, a metros del Parque de la Estación, se emplaza el Centro Cultural Nuestra América, un espacio que da lugar a diversas expresiones y se nutre a la vez de festivales que convocan gran público.
“Hace tiempo que veníamos con el grupo pensando empezar a desarrollar un centro cultural en Almagro o Boedo. Nos interesaba la zona en términos culturales, nos parecía que tenía una característica especial, una identidad que mezclaba la idiosincrasia de la ciudad y daba lugar a movidas artísticas de nuestro interés”, nos cuenta Pablo, uno de sus hacedores.
“Luego de buscar se dio la oportunidad con los compañeros de SUTERH (Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal). Nos cedían el lugar para desarrollar el centro cultural. Hicimos reformas y pudimos comenzar”, suma.
En la planta baja a un costado hay una barra con una variada propuesta gastronómica. Al fondo hay un escenario para que haya música en vivo o disertaciones. En el primer piso funciona Radio con Aguante, emisora comunitaria. Iban a acondicionar la terraza para poder hacer encuentros al aire libre durante el verano.
“La experiencia viene siendo muy buena en términos culturales y artísticos. Estamos con propuestas toda la semana, salvo los martes que es el día que elegimos para cerrar. Los lunes tenemos la milonga Chupate esa Mandarina, hay peñas los sábados, los jueves la milonga Zona Tango, los sábados fiestas o encuentros particulares, los domingos hay swing”, enumera.
Los festivales son un espacio que da visibilidad al centro cultural y convoca gran cantidad de público en el barrio. En septiembre se desarrolló la feria de poesía Viva la Pepa con 16 editoriales independientes. “Superó nuestras expectativas”, dice al respecto.
El primer viernes de noviembre se desarrolló una actividad especial por el Día de los Muertos. Hubo, entre otras propuestas, talleres de mascaritas para chicos, pan de muerto y calaveritas literarias.
Fue una acción conjunta con el CC Tato Bores de Palermo y el Centro de Formación Profesional N° 24 de Flores. Este festejo tripartito fue organizado por Somos Calaveritas, un colectivo que así se define: “Queremos reencontrarnos con la cosmovisión precolombina y conocer las formas en que se manifiesta hoy el vínculo con nuestros antepasados. Sentimos que esto puede lograrse idealmente a través de la participación popular y la colaboración en comunidad”.
Desde febrero está Radio con Aguante, fundada en 2015. Estuvo en el microcentro y luego en Flores. Es una “herramienta de comunicación de un grupo de emprendedores y militantes del campo nacional y popular”, dicen sus hacedores.
Pablo señala que hay una sinergia entre el centro cultural y la radio: “Les cedimos un lugar para trabajar en conjunto y que ellos pudieran desarrollar su proyecto comunicacional. Somos dos proyectos independientes habitando un mismo espacio, nos retroalimentamos. Ellos hacen programas y actividades en vivo, hay una coexistencia con los talleres y la grilla del centro cultural. Estar juntos nos dinamiza”.
“Abrir el centro cultural es un desafío constante. La realidad social y económica nos desafía a estar abiertos, a poder pagar todo, a tener precios acordes al público, propuestas atractivas. Nos interesa que la gente venga y disfrute. Ofrecer propuestas culturales en un barrio con mucha identidad”, concluye Pablo.
Tomás López