Este viernes por la noche, operarios enviados por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires realizaban estudios de suelo con el fin de ejecutar una obra para nivelar la esquina de Guardia Vieja y Gallo, en la zona del Abasto.
El objetivo de la obra es emparejar la depresión de la esquina que genera que muchos autos dañen su parte inferior debido al ángulo en desnivel.
La iniciativa debe contemplar también que allí no se acumule agua, por eso el estudio de campo.
La esquina ubicada del lado del hipermercado quedó así tras la finalización de la Calle Verde Guardia Vieja, por la cual se ensanchó la superficie peatonal y se creó un gran cantero entre Agüero y Guardia Vieja. Además, se colocaron adoquines en la zona de circulación vehicular.
La obra se ejecutó en el marco de una iniciativa del Gobierno porteño por crear Calles Verdes en distintos barrios, como Boedo, Villa Devoto y Villa Urquiza.
A nivel local incluyó estos trabajos en Guardia Vieja y también la ampliación de la plazoleta Elías Alippi en Guardia Vieja y Estado de Israel, en el límite entre Almagro y Villa Crespo.
La Calle Verde Guardia Vieja está en diálogo urbano con el corredor de Agüero, entre Perón (frente al Parque de la Estación) y el Pasaje Zelaya.
En el marco del programa Abasto Barrio Cultural se ensanchó la vereda de Agüero y se colocaron nuevos canteros con flora nativa, además de buscar mejoras en la iluminación. Fue una iniciativa para mejorar la caminabilidad en una zona llena de restaurantes peruanos y teatros y centros culturales independientes, aparte de la presencia del shopping.
Fue la propuesta del GCBA luego de encuentros y mapeos con vecinos y representantes de instituciones, quienes hablaban de cuestiones de seguridad que desalentaban el tránsito en la zona.
El problema fue que, terminada la obra de la Calle Verde Guardia Vieja, quedó un desnivel tal en el cruce con Gallo que los autos debían pasar a baja velocidad para evitar raspar la parte inferior con el cemento.
Quien pase de día podrá ver una enorme cantidad de rayas sobre el cemento, producto de todos los vehículos que subieron esa loma y rasparon su parte baja.
Quienes pasaban por primera vez por allí iban a velocidad alta o moderada y no podían evitar el impacto. Los que estaban al tanto subían la loma a baja velocidad y en forma diagonal para evitar roturas.
J.C.
Foto: Revista El Abasto
