Los vecinos de Abasto, Almagro, Balvanera hicieron historia. Sin bajar los brazos, desde el 2000 lucharon para crear un espacio verde y público en una de las zonas más cementadas de la Ciudad de Buenos Aires. Hoy, el Parque de la Estación de Gallo y Perón es una realidad. Está abierto, sin rejas, y con un espacio de deporte, cultura y actividad social.
El Parque, hecho sobre tierras ferroviarias del tren Sarmiento que estaban concesionadas, tiene 8.805 metros cuadrados de espacio público verde, que se inauguró en septiembre del año pasado. Implicó sumar 53 árboles nuevos, junto a césped y, sobre todo, más de 100 plantas nativas rioplatenses instaladas por vecinos en varias jornadas culturales. También hay juegos para niños como camas elásticas, aros de básquet, metegoles y muros para escalar. Se suma el anfiteatro de Perón y Agüero, donde las instituciones del barrio hacen eventos. Hay dos arcadas originales con frontispicios de cemento que llevan la leyenda “Parque de la Estación”.
Ahora se suman los 5.312 metros cuadrados del Galpón Ferroviario, que formaba parte de la playa ferroviaria de la Estación Once. Por su antigüedad, está protegido por ley. “Está considerado como un Área de Protección Histórica, por lo que el proyecto contempló la conservación y reciclado de su estructura metálica, recuperando los revestimientos de ladrillo visto, sus puertas y las tejas originales. Para lograr una correcta iluminación de todas las áreas, el diseño contempló el uso de las fachadas vidriadas y la creación de tres espacios-aulas con cerramientos de policarbonato y madera”, explica el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte porteño, supervisor de la obra.

Estas son las instalaciones que hay dentro del Galpón Ferroviario:
Biblioteca: “Cuenta con 7.000 libros de distintas temáticas: Literatura universal, colectividades, cocina y un área especial de literatura infantil (plaza seca con juegos de madera como toboganes y árboles). También dispone de un área informática con computadoras para uso de los visitantes y un espacio disponible para la realización de talleres, conferencias, presentaciones musicales y de libros”. Tiene una sala de exposiciones temporarias.
El ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, dijo a este medio: “Es la primera biblioteca pública que incorporamos desde 2011. La hicimos con una cooperativa del barrio (La Nacional). El foco de la biblioteca estará en los jóvenes, en la diversidad, el género, la integración social, la niñez. Las instalaciones son móviles y se adaptan a cada actividad propuesta”.
Invernadero: “Funcionará como vivero de educación ambiental en torno a especies autóctonas, apadrinado por la Agencia de Protección Ambiental (APRA), quien aportará asistencia e insumos tales como sustrato, semillas y plantines. Las actividades, talleres y charlas contarán con la participación de voluntariado vecinal y estarán coordinadas por la Comuna”.
Salón Polideportivo: “En planta baja contará con un área de juego y vestuarios y funcionará como un espacio multiuso de actividades deportivas de nivel escolar tales como básquet, handball, vóley, futbol, atletismo, etc. El uso es exclusivo para las escuelas públicas de nivel primario y secundario de la Ciudad y para los diversos programas socioeducativos”.
Salón de usos múltiples: “Sector comprendido en el ingreso de la calle Gallo, funcionará para eventos y como Patio Gastronómico”.
Oficina de Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes: “Dependiente de la Comuna 3, brindará atención gratuita de 9 a 17 hs. a niños, niñas y jóvenes a través de un equipo multidisciplinario integrado por trabajadores sociales, psicólogos, abogados y promotores de derechos”.
De forma extraoficial se dijo que el tramo entre el ala oeste del Galpón y el puente peatonal de Sánchez de Bustamante se reutilizará como espacio público. Allí hay un árbol antiguo y un desnivel. También se instaló una terminal eléctrica para dar suministro al Parque. De todos modos, no descartan hacer un canil.
Álvaro García Resta, sub-secretario de Proyectos de Desarrollo Urbano y Transporte, dijo a este medio: “La del Parque de la Estación es una obra de arquitectura de nivel internacional que contó con las propuestas activas de los vecinos”.
Este espacio verde se construyó por la Ley N° 5.734 de 2016, en base a un proyecto impulsado por los bloques Frente para la Victoria (con firma del legislador Carlos Tomada) y Evolución (Marcelo Guouman); y, a nivel local, de las comuneras María Suárez (Comuna 3) y Laura Corvalán (Comuna 5) y la Asamblea de Vecinos por el Parque de la Estación, con Miguel Germino a la cabeza, entre otros referentes barriales como integrantes de la Asamblea Popular de Plaza Almagro. Ese año hubo dos reuniones de co-creación donde los vecinos pidieron conservar los sitios patrimoniales, no fijar rejas y tener la mayor superficie verde posible.
La ley pauta que el Parque debe tener una Mesa de Trabajo y Consenso (MTC) integrada por vecinos que se reúnen de forma periódica para definir actividades en este pulmón verde. Está inspirada en la experiencia del Parque Avellaneda.
Este pulmón se complementa con la lindera Plaza Fumarola, en Anchorena y Perón, creada también por impulso vecinal en los inicios de la década pasada. En ambas se ha puesto flora nativa rioplatense, lo que genera en el presente un corredor nutrido de mariposas y otros ejemplares que dan cuenta de la restitución ambiental de este proyecto.
La Ley N° 5.734 retoma la Ley N° 4.944, elaborada por la entonces vecina y legisladora Claudia Neira, que convierte en Urbanización Parque (Código Urbanístico) estos terrenos, que eran ferroviarios pero estaban concesionados para usos privados como depósitos de bebidas.
En toda su extensión, el Parque costará $118.000.000, según la licitación pública hecha en 2017 por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte porteño, a cargo de Franco Moccia. La empresa adjudicada para los trabajos fue Cunumí.

J.M.C.

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