Este domingo 1 de marzo el presidente de la Nación, Alberto Fernández, abrió el periodo ordinario de sesiones 2020 en el Congreso de la Nación (Entre Ríos y Rivadavia, barrio de Balvanera).
En su discurso, se refirió al atentado terrorista ocurrido en la mutual israelita AMIA de Paseteur 633, zona de Once, el 18 de julio de 1994, por el cual murieron 85 personas y cientos resultaron heridas.
“A 26 años del atentado a la AMIA ordenaré a la AFI (Agencia Federal de Inteligencia) desclasificar los testimonios secretos de agentes de inteligencia y documentos sobre la responsabilidad de funcionarios en el encubrimiento del mismo”, expuso ante la asamblea legislativa.
Tras el recambio en el Poder Ejecutivo de la Nación del 10 de diciembre, las nuevas autoridades de la AFI encontraron documentos desclasificados en 2015 sobre el caso AMIA en malas condiciones, apilados en un edificio porteño de oficinas que depende de la Agencia.
Había 2.000 cajas de papeles y 5.000 escuchas en cassettes y videos en VHS. La actual titular de la AFI, Cristina Camaño, consignó que la documentación está “en un edificio en el que la falta de mantenimiento y abandono hacen peligrar el estado de las pruebas que aún no terminaron de analizarse”, señala Perfil.
En 2015, la entonces presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner firmó el Decreto 395/2015 para desclasificar documentos secretos referidos al atentado terrorista ocurrido en el barrio de Balvanera.
El material iba a ser analizado por la Unidad Fiscal – AMIA (UFI – AMIA), encabezada por Sebastián Basso, Santiago Eyherabide y Roberto Salum. Entre 2004 y hasta su muerte en 2015 este organismo estuvo dirigido por el fiscal Alberto Nisman.
En 2016, la UFI – AMIA le solicitó al entonces presidente de la Nación Mauricio Macri la desclasificación de más documentos, algo a lo que el mandatario luego accedió al año siguiente por medio del Decreto 229/2017, pidiendo también colaboración e informes del Gobierno de Estados Unidos.
J.C.
Foto: Clarín