A las 9.53 del 18 de julio se cumplirán 30 años del atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), ubicada en la calle Pasteur 633 del barrio de Balvanera. En el mayor acto terrorista de la historia argentina, padecido por vecinos y trabajadores de la zona, hubo 85 muertos, unos 300 heridos y destrozos de todo tipo.
En la víspera, en el Teatro Tole Tole (Pasteur 683), ubicado a metros de la mutual, los viernes de abril a las 21 se exhibe la obra “El edificio”, un unipersonal protagonizado por el vecino y actor Marcelo Saltal, con dramaturgia de Gustavo Moscona.
A la vez, la escritora Tamara Tenenbaum publicó su nueva novela “La última actriz”, que aborda una de las consecuencias menos conocidas de la voladura ocurrida en la calle Pasteur.
Un vecino en la tragedia
En Tote Tole, que hace poco cumplió 10 años de existencia, está en cartel “El edificio”, un trabajo que permite acercarse a lo ocurrido desde una mirada particular, una voz que aporta lo singular en medio de una desgracia colectiva.
El protagonista, encarnado con maestría y potencia por Saltal, se muestra como un vecino, un padre de familia, un esposo, una persona con historia en el barrio. Una circunstancia menor lo lleva a estar en primer plano ante lo inimaginable.
“Cómo nos pudo pasar a nosotros”, introduce el personaje a los gritos mientras el público termina de acomodarse en las butacas. Con una remera de la selección argentina, se lamenta porque “le cortaron las piernas al Diego” en el Mundial 1994, que se desarrolló entre el 17 de junio y el 17 de julio, un día antes del atentado.
Como una frase que puede leerse en dos sentidos, sobre el mundial y sobre el atentado, inicia un extenso viaje entre el humo y la oscuridad, los escombros y la incertidumbre.
“Es un espectáculo teatral que trabaja la fusión de teatro, música, imagen, sonido y poesía, buscando un lenguaje particular que sirva como medio para expresar y darle forma a sentimientos y estados de ánimos comunes y diferentes. El protagonista de esta obra recupera instantes de una historia en la cual expone su vida en estado puro. Se mezcla inevitablemente su rutina de ser hombre, de ser esposo, padre y argentino”, indica la reseña de la obra.
“Es así como constantemente lo trágico, el absurdo, la crueldad y lo patético se fusionan. Las escenas se suceden y se relacionan de manera ilusoria, sin contar un relato lineal sino fragmentos de historias que se entremezclan dentro de un todo. El tiempo funciona de manera atípica: por momentos se detiene, es lento, es rápido y casi siempre se diluye la frontera entre el pasado y el presente, entre la vida y la muerte”.
La forma en que se narra el día que cambió la vida de este protagonista es emotiva, por momentos graciosa y finalmente un rayo de luz que hace ver todo aquello que se perdió bajo los escombros.
Hoy, 30 años después, los árboles de la calle Pasteur, que evocan a cada uno de los fallecidos, continúan creciendo, cada vez más altos, una seña más de que la memoria está latente.
Junto a Saltal y Moscona el equipo que trabajó en esta obra está integrado por Cori Guerrero (música en vivo), Nahuel Peralta (asistencia de dirección), Valeria Franchi (prensa) y Graciela Pieresko (producción y escenografía).
Una pérdida poco conocida que ahora se hizo novela
La periodista y filósofa Tamara Tenenbaum publicó su nueva novela “La última actriz” (Seix Barral) y, como en obras anteriores volvió a incluir al barrio de Balvanera, en el cual se crió.
En esta oportunidad regresa al atentando a la AMIA, un tema abordado varias veces en sus textos ya que su padre fue una de las víctimas fatales.
Charlando con colegas del mundo teatral, reparó en un tema poco presente en la sociedad sobre el ataque terrorista, ya que las 85 víctimas y la impunidad están en primer plano: aquel día de julio de 1994 no solo se apagaron decenas de vidas y se concretó uno de los hechos más sangrientos en la historia local, además se ejecutó un ataque a la cultura, ya que en la explosión se perdió buena parte del archivo sobre el teatro judío argentino.
Así se lo explicó Paula Ansaldo, investigadora del CONICET, ya que su tema era el teatro judío. Ese fue el disparador, sumado a experiencias de la propia autora, quien en los últimos años estrenó varias obras teatrales.
“Cuando voló el edificio de la AMIA sí hubo gente que pensó en la memoria y en los papeles y fue a buscarlos entre los escombros, por lo cual hoy hay un muy buen archivo reconstruido por esa gente”, contó la escritora ante Infobae.
El libro trata dos personajes femeninos y una trama tan elusiva como hipnótica, esta novela trata acerca de ser mujer, del deseo y la realización, la posesión del cuerpo, de la tradición y la modernidad, de la ciudad de Buenos Aires y de la búsqueda de una clave existencial entre un montón de papeles quemados, explica la reseña oficial.
Aunque soñaba con ser actriz, Sabrina terminó por estudiar Artes. Impulsada por Gabriel —su director de tesis y su amante—, decide investigar las huellas del teatro judío en la Argentina, agrega la reseña.
Para eso recurre a Jaim, un viejo profesor que le sugiere revisar los restos de los archivos de la AMIA, la mutual que sufrió un atentado terrorista en 1994.
“La investigación resulta trabada y difícil porque la mayoría de los documentos volaron con la bomba. Hasta que un coleccionista le ofrece una caja y allí descubre el diario de Jana, una actriz del teatro ídish en la Buenos Aires de 1960. Su figura es una suerte de espejo mágico para Sabrina”, se agrega.
J.M.C.
Descansar en paz
Este año se estrenó -ya premiada- la película, Descansar en paz, que figura en la plataforma Netflix (véase imagen arriba).
Año 1994, un hombre de familia, sobrepasado por las deudas aprovecha una situación inédita que le toca de cerca, el atentado a la AMIA, para desaparecer dejando a su familia en una buena situación económica fruto del seguro que posee. Vive apartado quince años en el Paraguay bajo una falsa identidad. Sin embargo, el pasado le pesa y la tentación de volver se hace insostenible para el momento en que su hija se está por casar.
Protagonizan: Joaquín Furriel, Griselda Siciliani y Gabriel Goity. Participan los tres hijos de Tato Bores, actúan: Marina y Alejandro Borensztein y dirige Sebastián Borensztein. Sebastián también adaptó el guión original, con Marcos Osorio, de la novela Descansar en paz: ¿nunca soñaste con dejar todo y empezar de nuevo? escrita por Martín Baintrub.
El drama fue producido por Ricardo Darín, “Chino” Darín y Federico Posternak a través de su compañía, Kenya Films, y Ezequiel Crupnicoff por Benteveo Producciones.