Este 26 de diciembre se cumple el quinto aniversario de la inauguración de la Plaza Manzana 66 del barrio de Balvanera, ubicada en Catamarca, Moreno, Jujuy y Belgrano. Fue lograda por la lucha de vecinos que pedían al Gobierno porteño un espacio verde y no un microestadio ni un complejo de canchas de fútbol.
Este martes la red de Vecinos por la Manzana 66 publicó una extensa carta pública en redes sociales en la cual repasaron este hito de participación ciudadana.
La carta completa:
El 26 de diciembre del año en curso, el barrio de Balvanera celebra el quinto aniversario de la inauguración de la Manzana 66 Plaza de los Vecinos delimitada por las Av. Jujuy y Belgrano y las calles Moreno y Catamarca.
Que una ciudad como Buenos Aires gobernada desde hace años por fuerzas políticas que supeditan el bienestar de sus habitantes a los intereses de una minoría beneficiada por negocios inmobiliarios e inversiones irrelevantes para el grueso de la población, amerita recordar cómo fue posible que el proyecto inicial de construir un estadio de eventos musicales y restaurantes fuera remplazado por una plaza y una escuela infantil
Nuestro barrio sufre dos grandes carencias: la escasa cantidad de espacios verdes por habitante y la crónica falta de vacantes para los niños en edad de cursar la educación inicial. Fue por eso que en 2014, un pequeño grupo de vecinos comenzó a organizarse para modificar el destino de la manzana convertida en un gran terreno baldío de 10.000 metros cuadrados. En un principio, nos reuníamos los sábados por la tarde en la esquina de Belgrano y Catamarca, pero rápidamente las manos solidarias se multiplicaron.
El padre Ricardo León ofreció la parroquia María Madre del Redentor para realizar las reuniones semanales, lo que facilitó el intercambio de iniciativas para difundir el peligro que enfrentábamos. Los sábados al mediodía poníamos mesas informativas, conversábamos con los vecinos, volanteábamos, se firmaban petitorios
Fuimos creciendo. Se sumaron representantes de partidos políticos, legisladores, la CTA autónoma, la Defensoría del Pueblo, el Rotary Club de Balvanera, estudiosos de los problemas ambientales como Sonia Berjman, Amigos del Lago de Palermo, Queremos buenos aires, paisajistas, personalidades de la cultura. El arquitecto Rodolfo Livingston nos incorporó en la organización PropAmba que presidía. Otras parroquias de la zona nos permitieron comunicarnos con quienes participaban de sus actividades
Logramos una significativa cobertura de medios nacionales y barriales. Kioscos de diarios incluían nuestros volantes en los ejemplares que vendían. Comercios de cercanía exhibían nuestras informaciones en las vidrieras. Encargados de algunos edificios permitieron difundir nuestras publicaciones
Empleados de dependencias gubernamentales nos permitieron acceder a información que sus jefes nos negaban. Agradecimos en diversas oportunidades al Doctor Juan Rozas, a cargo de la Fiscalía N° 20, a su Secretario y al personal de la Fiscalía por la diligencia e idoneidad con que atendían nuestros pedidos de intervención ante las irregularidades que caracterizaron el proceso de la manzana 66 desde el comienzo de la demolición.
El enriquecimiento que nos significó la creciente interacción con vecinos de Balvanera y de otros barrios y con especialistas fortaleció la comprensión de que la construcción del estadio lejos de promover el desarrollo de la zona incrementaría, entre otros, los serios problemas de circulación vehicular y peatonal, de polución ambiental, de déficit de viviendas, provisión de energía eléctrica y de agua, del funcionamiento de los hospitales, establecimientos educativos y geriátricos existentes en las inmediaciones de la Manzana, de la contaminación sonora, que ya afectan la calidad de vida y generan un ambiente ecológico altamente insatisfactorio. Pero por sobre todo, entendimos que debíamos ejercer nuestro derecho a pronunciarnos sobre lo que el barrio no tiene y necesita.
El 5 de agosto de 2014 presentamos el Proyecto N° 1992-P-2014 que fuera oportunamente tomado por 25 legisladores de diferentes bloques, además de contar con el aval de personalidades del mundo académico y científico y luego el 810-P-2016 el que logró ser aprobado en 2017, demostrando la factibilidad de que la lucha consecuente de los vecinos sea el camino para la auténtica solución de los graves problemas que afectan a la Ciudad
Desde entonces, se incrementaron los movimientos vecinales en el AMBA que se contactaron con nosotros y comenzaron a realizarse investigaciones en universidades nacionales y extranjeras sobre la importancia de la intervención ciudadana en la solución de los problemas urbanos.
Red de Vecinos Manzana 66 Verde y Pública
J.C.