Por impulso de la senadora nacional por Santa Cruz, Ana María Ianni, se instaló una exposición sobre la Patagonia Rebelde (1920 – 1921) en el museo parlamentario que está en el andén de la estación Congreso de la Línea A de subtes, en Entre Ríos y Rivadavia.
En la vitrina hay infografías, fotos y documentos para recordar la huelga de miles de obreros en el antiguo Territorio Nacional de Santa Cruz. Reclamaban mejores condiciones laborales ante terratenientes de la oligarquía, dueños de la gran parte de la Patagonia, consecuencia de la Conquista del Desierto de Julio Argentino Roca.
“Estos fusilados por hacer huelga en su lucha por reconocer los derechos de los trabajadores, no pueden ser olvidados y debemos reivindicarlos y homenajearlos”, dijo Ianni tras la apertura de la muestra, celebrada el martes a media tarde.
Según estimaciones, entre 300 y 1.500 peones rurales fueron fusilados.
Pedro Viñas Ibarra, jefe una de las columnas que reprimieron a los trabajadores rurales, decía: “Unos pocos estancieros eran dueños de toda la Patagonia, pagaban con vales o en moneda chilena”.
Los peones vivían en las estancias, trabajando de 12 a 16 horas diarias, durmiendo en tarimas de maderas, tipo estantes, sin abrigo o con el poco que contaban en temperaturas bajo cero, reseña Izquierda Diario.
A esta situación se suma que en ese entonces bajó el precio de la lana, una de las actividades principales en Santa Cruz. Fue una consecuencia comercial por la Primera Guerra Mundial (1914 – 1918).
Los dueños de las tierras impulsaron una ola de despidos y precarización, pese a que las condiciones laborales ya eran malas.
Desde la primavera de 1920 hubo huelgas. En la Ciudad de Buenos Aires la oligarquía y la prensa local hablaban de los obreros como anarquistas y bandoleros.
El entonces presidente de la Nación, Hipólito Yrigoyen, envió en enero de 1921 al ejército, bajo órdenes del teniente coronel Héctor Benigno Varela.
Tras su llegada, las huelgas continuaron y no hubo acuerdo entre obreros y terratenientes. Además, los peones tomaron varias haciendas.
A fines de 2021 el Ejército fusiló a entre 300 y 1.500 personas, luego de una serie de persecuciones y rastrillajes por toda la provincia. El Poder Ejecutivo de la Nación nunca juzgó a los militares que intervinieron. La Sociedad Rural condecoró a varios uniformados.
El 27 de enero de 1923 un anarquista alemán de nombre Kurt Wilckens ultimó a Héctor Benigno Varela.
J.C.