La Junta de Estudios Históricos de Balvanera realizará este martes a a las 16 una charla virtual con la disertación de roberto Elissalde.
Es porque el 1 de abril se conmemora el Día de Balvanera.
Fuentes del Gobierno porteño sostienen: “Esta fecha recuerda la primera delimitación de la parroquia de Nuestra Señora de Balvanera, el 1 de abril de 1833”.
En este sentido, el emblema del barrio, que cumple 11 años de existencia, en su base lleva escrito el año 1833.
Desde la Comuna 3 de la Ciudad de Buenos Aires (Balvanera y San Cristóbal) recordaron esta fecha en redes sociales: “El barrio debe su nombre a la Parroquia de Nuestra Señora de Balvanera, construida en 1831”.
“Dentro de sus límites se encuentra la tradicional plaza de Miserere. A la zona situada alrededor de la intersección de las avenidas Corrientes y Pueyrredón se la llama Once, nombre que proviene de la Estación Once de Septiembre”, agregaron.
El Día del barrio de Balvanera se oficializó mediante la Ley porteña N° 725, sancionada en 2001. Además, su nombre fue dado de forma oficial por la Ordenanza N° 26.607 B.M. 14.288 del 04/05/1972.
Límites: Av. Independencia, Av. Entre Ríos, Av. Callao, Av. Córdoba, Gallo, Av. Díaz Vélez, Sánchez de Bustamante y Sánchez de Loria.
El Manual informativo de la Ciudad de Buenos Aires elaborado por el Instituto Histórico de la CABA expone: “Podemos iniciar su historia en 1799, cuando fray Damián Pérez, religioso franciscano, recibió en donación un terreno en el que tiempo más tarde se levantó una capilla dedicada a Nuestra Señora de Balvanera, la que durante mucho tiempo proveyó a las necesidades espirituales de los escasos vecinos del lugar”.
“El 1º de abril de 1831, monseñor Mariano Medrano y Cabrera procedió a erigir la Parroquia de Nuestra Señora de Balvanera, con lo cual se reconocía la importancia que iba cobrando la zona. Cinco años después la Parroquia contaba con 3.635 vecinos. Se encuentra dentro de los actuales límites de este barrio la tradicional plaza de Miserere, cuya denominación alude al apodo con que era conocido don Antonio González Varela, dueño de estas tierras durante el siglo XVIII”, agrega.
“La plaza fue importante escenario durante las invasiones inglesas y desde allí don Santiago de Liniers intimó la rendición del general Guillermo Carr Beresford”, concluye.
J.C.