Defensa al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires retiró de la venta un total de 104 envases (frascos y botellas) de miel de abejas de la marca La Colmena por ser “un producto cuya comercialización está prohibida por una disposición emitida por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT)”. Hubo inspecciones en locales de Almagro, Boedo y también barrios porteños de las Comunas 4, 9 y 13.
“Este producto fue etiquetado como Miel de Abejas marca La Colmena, su origen supuesto es Ballesteros, Córdoba. Sin embargo, desde ANMAT confirmaron que no existían registros ciertos del producto, es decir, que todo lo consignado en el envase es falso. Esto pone en duda la trazabilidad, inocuidad y las condiciones adecuadas de elaboración del producto, lo que representa un riesgo para la salud de los consumidores”, precisó César Torres, secretario de Gobierno y Vínculo Ciudadano de la Ciudad.
“El trabajo conjunto entre la ANMAT y Defensa al Consumidor resalta la importancia de la fiscalización en la protección de la salud pública, retirando del mercado productos que no cumplen con los estándares legales y evitando la comercialización de aquellos que pueden resultar peligrosos para los consumidores”, señaló Carlos Lionel Traboulsi, director de Defensa al Consumidor de la Ciudad.
Un comunicado de Defensa al Consumidor explica: “Los controles fueron realizados a través de la Gerencia de Lealtad Comercial de Defensa al Consumidor en catorce locales de la Ciudad, específicamente en las comunas . Los productos fueron remitidos al depósito de Lealtad Comercial y los comercios que fueron inspeccionados tienen un plazo de 10 días para presentar sus descargos. Posteriormente, el área jurídica determinará las sanciones correspondientes. Finalizado el proceso administrativo, los productos serán destruidos”.
También se agrega: “La ANMAT recordó que este tipo de productos de consumo masivo, al carecer de los controles sanitarios y legales necesarios, no pueden garantizar la calidad ni la inocuidad exigidas por el Código Alimentario Argentino, lo que los convierte en una amenaza para la salud pública”.
J.C.
Foto: GCBA