En torno al edificio donde se sesionará sobre esta extensa ley han vallado y colocado muchísimas fuerzas policiales en clara incongruencia con el grito de libertad que viene vociferando por todos los canales el actual presidente de la Nación, Javier Milei.
Esta ley “Bases” incluye una reforma laboral en desmedro para los trabajadores, el RIGI para beneficiar “inversiones” extranjeras y privatizaciones de empresas públicas. Y, como si fuera poco pretenden volver a incluir el impuesto a las ganancias para los trabajadores y una reforma en bienes personales para favorecer a los más ricos.
En otras palabras, una ley para ayudar a inclinar la balanza para que las diferencias de clases sean más tajantes, siempre con el discurso de alentar las inversiones dejando al pueblo en la espera del famoso derrame neoliberal que nunca llega. Esto más el aumento de la entrega de la materia prima del país para extraccionistas extranjeros, reconvirtiendo este gran país en una especie de neocolonia, peor aún de lo que venía siendo.
En medio de un discurso de mayor libertad la restricción a la opinión del ciudadano se ve cohartada por la amenaza de aplicar el protocolo antipiquete (más su sistema de infiltrados que desmadran). Cada vez queda más claro que la libertad es sólo para los que más tienen, mientras que la casta que Milei decía combatir lo acompaña en su proyecto neoliberal, rebautizado como libertario para confundir.
U.K.