En mayo 1999 salió el primer número a la calle con 5 mil ejemplares… y seguimos de modo ininterrumpido. Desde Menem hemos pasado por una decena de presidentes de la Nación y por ende sobrevivido varias crisis. Y a pesar de todo acá estoicos seguimos. Sintiendo que nuestra labor es esencial en muchos aspectos.
Como un herrero forja una reja o una baranda nosotros ayudamos a forjar la identidad zonal. Al igual que un médico busca sanar una dolencia nosotros buscamos sanar el tejido social. Como un productor de alimentos busca darnos nutrientes nosotros buscamos nutrir nuestro entorno con información comprobable, historias culturales, noticias de cercanía y buena onda. Como un policía patrulla por la seguridad del barrio nosotros buscamos humanizar nuestro entorno para que sea más seguro. De modo similar a un bombero, que trabaja para prevenir incendios, nosotros buscamos presentar problemáticas antes de que la cosa desborde. Tal como un psicólogo acompaña a gestionar las emociones y problemáticas personales nosotros acompañamos al vecino enunciando sus necesidades y problemas. Lo fantástico del rol del periodismo es que tiene el sano privilegio de ir contactando con las diferentes profesiones y oficios logrando así ir empatizando con todos.
Nunca una red social del pajarito, o lo que fuera, reemplazará mediante un enunciado a un medio. La frialdad de un enunciado semianónimo no tiene comparación con el trabajo de un periodista que se dedica con su saber y su presencia a interpretar lo más objetivamente posible un hecho. Del mismo modo que Twitter (o X) jamás podrá reemplazar a la agencia nacional de noticias Télam, un grupo barrial de una red tampoco podría reemplazar a un medio zonal. Sin embargo, hay que reconocer que sí se genera muchas veces una hermosa sinergia entre la inmediatez de la red y algo más elaborado como lo es el periodismo.
El espacio, la cantidad de páginas limita mucho además que el tiempo de la mensualidad, razones más que suficientes como para entender por la que la hermana menor, Revistaelabasto.com.ar, ha superado al papel. Encima, jugando con las redes podemos presentar otras facetas que fascinan a muchos lectores, como lo son las fotos históricas así como también cuestiones de extrema inmediatez (como la búsqueda de algo o alguien).
Este emprendimiento periodístico cuenta con múltiples apoyos y no sería posible sin un interlocutor. Gracias a un gran equipo que si bien en parte fue cambiando con los años (si nos ponemos a nombrar a todos sin duda olvidaremos a algunos)… más gracias a todos los vecinos que nos acompañan y acompañaron, comercios que ya no están y otros que siguen apoyándonos. Gracias a todos los que nos leen, los que están subscriptos y a los colegas con los que ampliamos gremio.
¡La barra eternamente agradecida!

Rafael Sabini

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