Este sábado al mediodía las familias afectadas por el incendio en Gallo y Corrientes hace un mes harán una olla solidaria para denunciar que no tienen dónde ir y que el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no les brinda una solución habitacional para no estar en situación de calle.
Las familias afectadas además denuncian que pesaba sobre el inmueble quemado una orden de desalojo dictada por la Jueza María Victoria Pereira, del Juzgado Civil N° 39, para el 28 de agosto pasado, un mes después de ocurrido el siniestro.
Ante el sitio Nueva Ciudad, Daniel, uno de los damnificados dijo: “Estuvimos con frío en la calle durante muchas horas, había niños que estaban esperando con sus padres y cuando nos dejaron entrar estaba oscuro y no pudimos agarrar nuestras cosas”.
“tanto el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires a través del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) y Desarrollo Social, como el Gobierno Nacional a través de la Secretaria de niñez, adolescencia y familia (Senaf), sólo miran para otro lado ante nuestro legítimo reclamo por que se cumpla el derecho a una vivienda digna”, agregó.
“Lo único que pudimos conseguir es un subsidio de 2500 pesos pero la habitación cuesta 5000, y tampoco sabemos cuánto tiempo podremos cobrarlo porque te piden tantas papeles que es difícil. Muchos tienen los documentos dentro de la casa y no pueden entrar”, sumó.
“Los incendios y desalojos son cada vez más comunes en el barrio del Abasto, y ya cada vez nos hace acordar más a los incendios y expulsiones de conventillos en la Boca, con quien además compartimos una fuerte presión por el negocio del turismo. Irónicamente, mientras nosotras y nosotros estamos en la calle, tenemos alrededor decenas de casas vacías, esperando el mejor momento para ser convertidas en edificios”, concluyó.
El legislador porteño Sergio Abrevaya del GEN había presentado un pedido de informes en la Legislatura porteña para saber si el Poder Ejecutivo de la Ciudad había intervenido en forma eficiente para garantizar los derechos de las familias afectadas en el corazón del Abasto.
J.C.