En la víspera del nuevo aniversario de la masacre de Cromañón, este jueves 29 de diciembre desde la media tarde hubo un festival con música en vivo en el santuario de Mitre y Ecuador a cargo de la agrupación 30 de Diciembre, integrada por familiares de víctimas y sobrevivientes del incendio producido ese día de 2004 en el boliche ubicado a media cuadra (Mitre 3060) por el cual hubo 194 muertos y cientos de heridos.
Al pie del mástil del santuario se montó el escenario principal, mirando hacia la Plaza Miserere. Allí se presentaron las bandas de la jornada: La Perra que los Parió, La Covacha, El Viaje de las Hormigas, Perro Indio, Cabra da Peste, El Delirio de la Parca y El Más Acá.
El público presente pobló toda la curva de la esquina. Había familias, grupos de amigos, personas solas. El variopinto también estaba en las edades: desde rolingas que ya peinan canas a adolescentes. La lengua de los Stones, la flor de Viejas Locas, remeras de Callejeros (la banda que tocó 30 de diciembre de 2004) eran algunas de las señas que se repetían entre la multitud. También flameaban banderas en lo alto, con procedencias diversas, desde Chaco a Merlo en la zona oeste bonaerense.
En tanto, el Cuerpo de Agentes de Tránsito del GCBA se hizo presente para ordenar el paso de los colectivos y evitar siniestros viales.
Durante el evento Revista El Abasto habló con integrantes de la agrupación 30 de Diciembre. “El festival es nuestro espacio de lucha como sobrevivientes. Hace 16 años nos animamos a ponerle música y rock”, dijo El Chueco, parte de esta entidad.
“Nuestra idea es recordar a los pibes siempre con lo que les gustaba. La lucha hay que promoverla con alegría. Nuestra forma de hacerlo es con el rock”, sumó.
“Hace 16 años era algo impensado, era una mala palabra poner música y rock acá en el santuario. El santuario es de los vecinos, de todos, no es nuestro. Con un trabajo serio y respetuoso logramos hacer este festival que es enorme”, resaltó.
Luego, también se refirió a la Ley que en octubre aprobó el Congreso de la Nación para convertir al inmueble donde funcionó el boliche Cromañón en un Espacio de Memoria, luego de varios años de intentos fallidos en la Legislatura porteña.
El proyecto avalado con amplio consenso de todos los bloques parlamentarios contempla la expropiación y puesta en valor para gestionar actividades culturales y de difusión junto a familiares y sobrevivientes.
“Es un logro de todo el movimiento Cromañón, de todas las agrupaciones. Genera que uno de los principales responsables de la masacre como es Levy (el propietario del inmueble que alquilaba el predio para el funcionamiento del boliche) no pueda usar el lugar para hacer lo mismo o cualquier otra cosa, donde esté en juego la vida de nuestros pibes”, analizó.
“Muchos de los pibes que hoy salen a bailar o a un recital no habían nacido en 2004, cuando se produjo la masacre. Por eso es importante que haya un Espacio de Memoria en Cromañón: para que se recuerde lo que pasó”, sumó.
“Hay quienes quieren borrar todas las huellas de lo ocurrido. Sin memoria no podemos pelear. Nuestra idea es que haya un espacio de memoria y cultura para generar conciencia y que lo que pasó en Cromañón no vuelva a pasar nunca más”, concluyó.
J.C.
Foto: Revista El Abasto
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