El 14 de octubre de 1984 cerró el Mercado de Abasto Proveedor, emblema porteño y motor de la vida en estas calles.
Ante este contexto, la vecina e historiadora Cata Cabana reflexionó: “Pasaron 40 años desde aquel 14 de Octubre de 1984 en el que el Mercado cerró sus rejas por última vez. A partir de ese día, la geografía del Abasto entraría en una transformación constante. Barrio abandonado, barrio transformado. Un Abasto que paso de Mercado, a mole, a shopping y que nunca perdió su diversidad. Se cumplen 25 años de shopping, y 40 de ex Mercado. Quienes lo vimos abandonado, guardamos la nostalgia en el cuore. Para mi, siempre va a ser un lugar de magia”.
Además, entidades vecinales como Proteger Abasto y Cultura Abasto realizaron este domingo una caminata especial por los 40 años del cierre del mercado. Se visitaron edificios históricos de la zona y se culminó con una charla en el Bar Notable Roma del Abasto para hablar del proyecto de Ley impulsado por vecinos para ampliar el Área de Protección Histórica Mercado de Abasto.
Para rastrear los orígenes del Mercado, es necesario repasar los últimos años del siglo XIX. En ese momento Buenos Aires crecía en población, que se abastecía en el llamado Mercado Modelo, en Moserrat, gestionado por los hermanos Devoto. La municipalidad ordenó su cierre y los hermanos pidieron una concesión para vender en un terreno suyo en la zona de Balvanera, en la actual manzana de Corrientes y Anchorena. La municipalidad aprobó el 8 de enero de 1889 el establecimiento del Mercado Central de Abasto en esa manzana para vender verdura al por mayor. Los puesteros del Mercado Modelo fundaron una sociedad anónima llamada Mercado de Abasto Proveedor que compró el terreno y la concesión a los hermanos Devoto. El primer tramo del edificio se inauguró el 1 de abril de 1893.
El Mercado creció en instalaciones, como un frigorífico, una fábrica de hielo, un corralón (en Guardia Vieja, Lavalle, Gallo y Agüero, donde está el hipermercado) y un sector dedicado a la venta minorista (Guardia Vieja, Lavalle, Gallo y Sánchez de Bustamante, donde están las torres). En junio de 1933 abrió un enlace ferroviario subterráneo.
Ante la demanda de más espacio, se construyó una parte nueva del mercado, sobre Corrientes. El proyecto estuvo a cargo del arquitecto esloveno Viktor Sulčič y el ingeniero Delpini. El edificio se inauguró el 24 de marzo de 1934. La piedra fundacional se colocó el 28 de diciembre de 1931. Era uno de los edificios más modernos de la Ciudad de Buenos Aires en ese entonces: incorporaba el uso de escaleras mecánicas y su iluminación permitía la salubridad en el contexto de venta de alimentos.
Un dato de color: el vecino e ícono del tango Carlos Gardel, cuya madre vivía en la casa que le compró en Jean Jaurés y Zelaya, no llegó a ver el Abasto en su esplendor. Antes de que terminaran las obras emprendió un viaje en noviembre de 1933 que lo llevó a cantar en Europa, a filmar películas en Estados Unidos y luego a girar por varios países de América Latina, entre ellos Colombia, donde su vida terminó trágicamente el 24 de junio de 1935.
El 27 de noviembre de 1952 comenzó un incendio en el subsuelo del Abasto que duró varios días. El grupo de teatro comunitario del Abasto Almagro Sin Telón homenajeó a sus trabajadores en la composición de su obra El Mercado Olvidado.
En 1971 el Gobierno nacional estableció un único mercado central para comercializar alimentos de primera necesidad al por mayor en el Área Metropolitana de Buenos Aires, hoy ubicado en Cañuelas. La municipalidad emitió una ordenanza que iba en esa línea, lo cual implicaba el cierre del Mercado de Abasto tal como se lo conocía y tantos otros mercados mayoristas en CABA.
Al cierre, la zona del Abasto empezó a caer ya que mermó el trabajo, la actividad y hasta la identidad local.
La sociedad anónima vendió el patrimonio a la cooperativa El Hogar Obrero. En 1985 la municipalidad declaró al inmueble como patrimonio cultural, lo que impedía su demolición.
El Hogar quería abrir un shopping en el inmueble sobre Corrientes y un espacio cultural en el de Lavalle. La hiperinflación de 1989 frustró los planes y la entidad remató sus acciones y en 1995 las compró IRSA. La empresa inició la construcción del actual shopping.
Entre el antiguo edificio (Lavalle) y el nuevo (Corrientes) se emplazó la Plaza del Zorzal. Si bien es un espacio público, funciona como parte del centro comercial, con comercios y horario limitado de acceso.
En ese proceso se vendieron las tierras que hoy ocupa el hipermercado y las torres. Había quedado un lote en Sánchez de Bustamante casi Guardia Vieja que era de la sociedad anónima. En 2020 el Gobierno porteño abrió allí el Patio del Abasto, un espacio público.
J.C.