«No hemos podido con la pandemia. Esa furia invisible que afecta a millones también nos afectó con la paralización total de nuestros servicios”. La frase data del 4 de octubre del 2020 y es de la Carta abierta que los trabajadores de la cooperativa Hotel Bauen publicaron para anunciar que abandonaban el mítico edificio de Callao 360, en la Ciudad de Buenos Aires. La triste noticia tenía una historia previa al COVID19, marcada por los tarifazos y el veto de Mauricio Macri a la Ley de Expropiación, todo en 2016. Pero también hay una historia posterior al virus: la crisis sigue allá afuera, pero la lucha también.
«Con compañeros que ya nos conocemos hace años estamos interviniendo en distintos proyectos«, comienza diciendo a ANSOL el vicepresidente de la cooperativa Bauen y presidente de la Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA), Federico Tonarelli. Habla de la vida de los trabajadores después del cierre del Hotel, que no fue fácil: «Algunos compañeros se salieron del movimiento cooperativo y están trabajando de seguridad, en hotelería o están jubilados, otros iniciaron proyectos personales. La dispersión del grupo fue medio inevitable; sobre todo, por no haber podido resolver rápidamente lo del nuevo edificio«.
Sin embargo, hubo un grupo que siguió con el horizonte puesto en el asociativismo y la economía solidaria. «En ese marco, surgieron las tres nuevas cooperativas«, adelanta Tonarelli. Todas tienen a ex trabajadores y trabajadoras del Bauen, que junto con compañeros de otras experiencias idearon nuevos proyectos y hoy se esfuerzan por consolidarlos.
Dos son cooperativas gastronómicas, en sintonía con el boom de la época: Los Carpinchos, que desde la semana que viene van a administrar el bar del centro cultural Haroldo Conti (en la ex ESMA, Av. del Libertador 8151); y Sweet Canela, que trabaja en el Centro Cultural de la Cooperación (CCC, en Av. Corrientes 1543). La tercera experiencia es una agencia de turismo llamada Cooperativa Rutas Argentinas y que funcionará en Av. Cabildo al 1700.
«Sweet es el proyecto que más recorrido tuvo en este tiempo y la más pura de los ex Bauen, aunque son poquitos por ahora, son cinco compañeros, porque el bar de la CCC da para pocos todavía», explicó el presidente de FACTA y adelantó: «Cooperativa Los Carpinchos somos compañeros de la cooperativa Bar La Cacerola y yo que vengo del Hotel. Su apertura sería la semana próxima, después del Carnaval, y es una lotería aún saber cómo nos irá«.
Por último, la cooperativa Rutas Argentinas está integrada por siete trabajadores ex Bauen junto con compañeros de la Cooperativa Escuela Mundo Nuevo y la de lácteos La Ciudad (Séptimo Varón). «Si bien aún el proyecto está en sus inicios, ya tiene matrícula y CUIT y está tramitando el legajo de agencia de turismo en el Ministerio», explicó Tonarelli. De concluir con esos trámites, podrán incursionar en el mundo de los pasajes y paquetes de viajes.
La reapertura del Hotel Bauen, ese sueño que no se apaga
Para el Mundial de 1978, la firma Bauen S.A. consiguió un crédito blando por parte del gobierno de facto para construir el hotel y albergar a turistas. El titular de la compañía era Marcelo Iurcovich, quien tenía fluidos contactos con la Armada Argentina.
En los 90, Iurcovich le vendió el hotel a una empresa chilena, pero ellos solo pagaron una parte y después fueron a la quiebra. Corría el año 2001 cuando los trabajadores del Hotel Bauen vieron cómo la crisis económica, política y social desatada por el neoliberalismo de los presidentes Carlos Menem y Fernando de la Rúa terminaba con sus puestos de trabajo. En esos días de tensión y angustia, nació la cooperativa, que gestionó el edificio por más de 17 años y tenía cerca de 1.000 personas por día, entre huéspedes, comensales y asistentes de actividades culturales y sociales.
Tras el cierre en octubre del 2020, el sueño sigue siendo volver a abrir el hotel y recuperar los puestos de trabajo. Para ello hicieron presentaciones ante la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE) y solicitaron un edificio ubicado en Rivadavia 4615. Pero este 10 de febrero se conoció que el mismo fue cedido al Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos «Madres de Plaza de Mayo».
«A estas tres cooperativas que hablamos, se le sumaría la cuarta, que es la cooperativa del hotel Bauen. Dependemos para poder avanzar de las negociaciones que con la AABE, estamos motorizando para conseguir un edificio estatal en comodato (cesión gratuita del espacio). Pero hasta ahora no pasa nada. Si conseguimos un edificio habría un rápido reagrupamiento de los compañeros, de eso no tenemos dudas«, cerró Tonarelli. La historia, como queda claro, continúa.
Foto y texto: Agencia de Noticias Solidarias – ANSOL