Este domingo se proyectó un adelanto de la serie Andando Abasto, dirigida por Tito Tinto (Tito Palazzo Caputo) como homenaje a los bares culturales y personajes de la zona. La actividad gratuita se hizo en el Patio Salguero (Salguero y Humahuaca), durante la última jornada del ciclo Diálogos en el Abasto y de Abasto Barrio Cultural, una propuesta interdisciplinaria que desde diciembre ofrece los fines de semana espectáculos al aire libre. Tras la proyección, hubo una charla con el director.
El work in progress (trabajo en proceso) que se vio es parte de un capítulo que tiene de protagonista a la cantante y vecina Lidia Borda. Conversa con Tito Tinto en el Musetta Caffe (Billinghurst 894) y entona varios tangos, entre ellos En un feca y Una canción.
Durante el encuentro, Lidia cuenta que conoció el Abasto a los ocho años porque su hermano mayor se casó a los 18 y se mudó aquí. “De visita, íbamos a comprar al Abasto. Fue un impacto fuerte ver el edificio enorme y a la vez la zona de casas bajas, un lugar con mucho aire y mucho cielo. Era una dimensión distinta su interior, sus olores, las máquinas”.
Más de grande sí vivió en la zona, en Corrientes y Riobamba y también en la calle San Luis. De joven con sus amigos frecuentaba el boliche Babilonia (hoy ocupa su lugar el Uniclub, en Guardia Vieja y Agüero).
Para ella, todas estas vivencias fueron centrales en su acercamiento al tango. “No es un acontecimiento concreto, es un proceso”. También afirma que “cantar es construir una voz”, al referirse a que atravesó búsquedas técnicas y estéticas antes de dar con su impronta personal dentro del género.
Por todo lo vivido en estas calles, opina que la canción Mañana en el Abasto de Sumo es “sumamente tanguera”. Luca Prodan, ícono del rock nacional y vecino, transmite “más que nostalgia un reconocimiento” a esa forma de vida en la ciudad. Los “tomates podridos por el sol” y alejarse “más del cielo” en la estación de subte para ella son imágenes muy sentidas.
El ciclo Diálogos en el Abasto es organizado por Patrimonio BA (Ministerio de Cultura porteño). En su representación, estuvo presente Martín Capeluto, Gerente Operativo de Patrimonio de la Ciudad. Para hablar sobre Andando Abasto, asistieron Tito Tinto y el fileteador y vecino Gustavo Ferrari.
Tito contó que lo proyectado es parte de “la cocina” de la serie, que tendrá siete episodios. Agregó que durante la pandemia se vio motivado a hacer este trabajo audiovisual, que cuenta con asesoría de Néstor Frenkel (director de El Mercado, proyectada el viernes), como una forma de reivindicar a los bares culturales, que pese a las reaperturas están en estado de emergencia y muchos luchan por no cerrar. “Los bares para mí son la cultura del encuentro y desencuentro. En pandemia se vio la necesidad del reencuentro luego de los meses de encierro”.
“Empecé a hablar con mis amigos del proyecto y se engancharon. Así apareció Lidia y tantos otros. La idea es una charla no periodística, el fluir de una conversación hasta que se acabe la copa”, señala Tito.
En cada episodio aparece una placa con filetes porteños, tienen citas de poemas o canciones. Fueron pintadas por Ferrari, vecino de Almagro y avocado a esta especialidad artística hace más de 20 años.
Participó en la creación de murales en fachadas del Pasaje Carlos Gardel y la esquina de Jean Jaurés y Zelaya. También hizo los motivos del Bar Notable El Banderín de Guardia Vieja y Billinghurst. Hasta el año pasado tuvo su atelier en Panal 361 (Jean Jaurés 361).
Mientras abandonaba este lugar, Ferrari se contactó con Tito y ahí acordaron la presencia de los filetes en Andado Abasto.
“El Abasto y sus bares me cruzaron y son parte de mí vida cotidiana. El filete porteño está presente en la identidad del Abasto, así que era oportuno que estén en Andando Abasto“, agregó el artista.
J.C.
Fotos: Revista El Abasto
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