El escritor Matías Rodríguez publicó su nuevo trabajo literario, un viaje en primera persona que atraviesa el barrio y expone la problemática que padecen cientos de personas que duermen a la intemperie.
“Una gatita negra duerme arriba de un árbol a dos cuadras del Abasto”. Así comienza “Linyera”, la nueva novela del escritor Matías Rodríguez, editada por Pontevedra. Es la sucesora de “La revancha de los fracasados” y también se desarrolla en esta zona, inspirándose en su territorio y protagonistas. En esta oportunidad, el foco está puesto en un hombre de clase trabajadora que termina viviendo en la calle. Es una crónica ardua sobre la despersonalización, la lucha diaria por resistir.
Dormir en cajeros automáticos entre mantas sucias, comer viandas que reparten las ONG, lidiar con el peligro constante de ser agredido, mantener encendida la llama de esperanza por la ayuda de algún familiar pese a que nunca llega. “Ya no pertenecía al mundo de la gente con casa y a nadie le importaba. Uno de ellos había caído. Alguien que podría haber sido el hermano, el hijo, el acompañante terapéutico o el psicólogo, había caído y a nadie parecía importarle”, plantea la voz narradora. “Al principio creés que es fácil salir de la calle, luego las personas que pasan en frente tuyo dejan de verte”, agrega.
“De a poco me fui aflojando. Necesitaba de los demás y si hablaba sólo con la gatita me iba a volver loco. Viviendo en la calle, conocí varios personajes entrañables. Intentaban enseñarme cómo pedir dinero, pero nunca quise hacerlo. Moría de vergüenza ante la sola idea de que algún conocido me viera”, reflexiona este habitante del Abasto.
Una dinámica interesante del relato es que el protagonista cuenta con un teléfono celular y redes sociales. Hay gente del barrio que primero lo lee en Facebook y luego lo cruza por las calles y cajeros. “El último de mis posteos tuvo cientos de compartidos y eso me hizo fantasear con poder escribirte algo que te llegue”, le comunica a una de sus musas.
Así, hay un feedback que abre el panorama. “Si no hubiese recibido ayuda me hubiera pasado lo mismo que a vos, porque mi sueldo nunca me alcanzó ni para pagar el alquiler”. Un muchacho le envía un mensaje directo y busca darle una mano. A la vez expone la fragilidad social: todos podemos quedar fuera del “mundo de la gente con casa” de un momento a otro.
La contratapa de este libro fue escrita por Enzo Maqueira, autor de Electrónica y Hágase usted mismo, una de las grandes voces contemporáneas. Al respecto asegura: “Convertido en esa entelequia que le da título al libro —y enredado en un sinfín de malas decisiones que lo dejan en la calle— transcurren los días y las noches del protagonista. Una gata, algunos amores pasajeros, ciertas amistades peligrosas y una promesa que nunca termina de corporizarse, conforman esta historia que profundiza sobre la soledad, la marginalidad y el abandono, pero también sobre los vericuetos del destino, el sexo y las redes sociales”.
“Un relato crudo que es, al mismo tiempo, una reflexión sobre lo que escondemos debajo de la alfombra, lo que la sociedad elige pasar por alto y lo que un individuo (ese joven de clase media devenido en linyera atrincherado en un cajero automático) debe llevar a cabo para sobrevivir entre la indiferencia, la lucidez y la desesperanza –agrega-. Una novela contundente que Matías Rodríguez construye con precisión pero también con mugre, cartones, sobras de comida y el olor a pis de un rincón olvidado de la ciudad de Buenos Aires”.

J.M.C.


La calle no es un lugar para vivir ni morir

 Al cierre de la edición anterior, se había reportado la muerte de al menos tres personas en situación de calle en la Ciudad de Buenos Aires. Una de ellas ocurrió en la esquina de Valentín Gómez y Salguero, en Almagro.
La legisladora porteña Laura Velasco (Frente de Todos) presentó un proyecto para que la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires exprese su preocupación: “Se insta al Poder Ejecutivo a tomar las medidas y políticas públicas necesarias para evitar nuevas muertes”.
“Motiva el presente proyecto de declaración la preocupación por tres fallecimientos de personas en situación de calle, entre los meses de mayo y junio. Uno de ellos, Héctor, tenía entre 35 y 40 años y murió el día 12 de junio mientras dormía en la calle, sobre Leopoldo Marechal al 1400, Villa Crespo, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Según informó Télam, personal de la Comisaría Vecinal de la comuna 15 de la Policía de la Ciudad solicitó la atención del SAME ante la falta de respuesta de Héctor. Los médicos constataron que había fallecido “sin observarse a simple vista signos de violencia sobre el cuerpo”, acorde al parte policial. La Fiscalía Nacional, Criminal y Correccional N° 42, a cargo de Arturo Velarde, dispuso realizar una autopsia para determinar las causas de la muerte, que aún no fueron informadas”, fundamenta el proyecto.
“También a través de organizaciones como “Amigos en el Camino” y medios de comunicación que hicieron eco de lo sucedido, nos enteramos que Orlando (alrededor de 60 años) había fallecido el miércoles 7 de junio y que el 27 de mayo murió también Ramiro. En 15 días hubo tres muertes. Los tres hombres se encontraban en situación de calle. Orlando era asistido por la organización “Amigos en el Camino” desde hace un buen tiempo, vivía en un banco del barrio de Belgrano en avenida Cabildo y La Pampa. En tanto, Ramiro perdió la vida en Valentín Gómez y Salguero, en el barrio de Almagro”, suma.
Según el último censo de gente sin techo hecho en abril de 2023, el sexto en la historia de CABA, “hay 3.511 personas de las cuales 1.243 se encontraban efectivamente viviendo en la calle y 2.268 personas que ya se encontraban en la red de 44 Centros de Inclusión de la Ciudad (CIS)”, informa el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño, a cargo del programa Buenos Aires Presente (BAP), que asiste a gente sin techo. En 2022 había 2.500 personas, según datos oficiales.
De todos modos, para entidades que abordan la problemática de la situación de calle, en realidad en CABA hay más personas sin techo. Un censo no oficial registró en 2019 a más de 7.200.


Línea 108

Cualquier persona de la Ciudad puede llamar a la línea 108 para recibir atención, o dar aviso sobre una persona que se encuentra en situación de vulnerabilidad social, informan en el BAP. Atiende las 24 horas los 365 días del año.
En la temporada invernal, las llamadas al 108 se incrementan entre un 45% y un 50% respecto al resto del año. En 2022, el total de llamadas realizadas al 108 fueron de 116.657. En lo que va del año, ya se recibieron más de 40.000 llamadas.


 

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