Ella habla, y es ejemplo vivo, de la prepotencia de trabajo. Marta Pizzo publicó dos libros, escribió más de 100 tangos, viaja por el mundo y nunca para.
Hace fechas en todos los rincones porteños y ahora desembarca en el Abasto con su último trabajo, una obra teatral con dos por cuatro bajo la mirada del ojo femenino: siete cantoras hacen terapia al ritmo rioplatense. Días más tarde, hará sus valijas para viajar al Melilla a la Cumbre Mundial del Tango. Su marca distintiva está en ese aire todoterreno, en buscar públicos nuevos, en hacer llegar su arte.
“Soy una creadora, no le tengo miedo a la hoja en blanco”, dice ella al charlar con este medio. Lo suyo es poner el cuerpo. Decidida, luego de horas de escritura, corrección y producción, se apronta a volantear ir a la salida de milongas y espacios de dos pos cuatro, invitar, convocar a su ópera prima de coordenada abastense. “En el teatro Asterión del pasaje Zelaya 3122 los cuatro primeros domingos de septiembre a las 18 se puede ver «Siete perlas sobre el diván», es la primera obra de teatro que hago, basada en ocho tangos que escribí. Somos siete mujeres que no tenemos nada que ver, ni nos conocemos, que coincidimos con la misma psicoanalista en el mismo diván. Ellas hablan de sus vidas y sus problemas, que están relacionados con los tangos”.
De la mano del proyecto de Pizzo, llegan al Abasto las cantoras Gloria Guerra, Luisina Mathieu, Silvia Nieves, Alejandra Palermo, Fernanda Vega, Vivi Verri, Laura Sclar, con dirección de Jaz Mendi y dirección musical de Amalia Escobar. También lo harán Pablo Motta, Esteban Morgado, Rodrigo Flores, Claudia Cartié, Quique Rassetto, Walter Larroquet.
A la hora de plantarse, ella defiende al “tango en tiempo presente” y “a lo que está surgiendo del pueblo de las bases”. “Como autora y compositora necesito encontrarme con el público y con otros referentes de este momento”, indica.
Su talento se ve en las salas llenas, y también en el reconocimiento de sus pares. Entre otros, ganó el primer premio en el concurso Por una Argentina que Cante organizado por SADAIC (2007). También logró el primer premio en el XII Certamen de Tangos Hugo Del Carril (2004) por “Magia de malvón” (música de Quique Rassetto).
Esta creadora, esposa y madre de dos hijos, trabajadora, matancera de cuna, autogestiva, en octubre participará en la Cumbre Mundial del Tango, que se hace cada cuatro años. En esta edición se hará en Melilla, al norte de África. “Ahí habrá una charla en una universidad sobre Tangos a la Pizzo, mi último libro. Habrá cantantes de Japón, Italia, Puerto Rico que van a interpretar varios tangos míos”.
“No soy una persona pudiente nunca pensé que iba a poder viajar por el tango. Mi primer viaje lo hice sola a Japón auspiciada por Cancillería argentina. Fue en 2013. Estuve en seis ciudades con Ana Saeki, homenaje a Mercedes Sosa. También estuve en Italia y Puerto Rico”, agrega.
Pizzo participó este mes en el Festival y Mundial de Tango de la Ciudad de Buenos Aires. Estuvo en una charla llamada “Poéticas del tango en la actualidad” en el Museo Casa Carlos Gardel (Jean Jaurés 735) junto a Norberto Barleand, Alejandro Guyot y Juan Lorenzo. “Fue una buena experiencia, cada uno tenía una visión diferente. Todos concluimos que necesitamos más difusión. Cada cual tiene su estilo, influencia, geografía sobre la utilización de la palabra”.
En la Usina del Arte de La Boca cantó Silvia Sab con Cesar Angeleri, Christian Zárate y Nicolás Enrich. Interpretaron uno de los tangos de Pizzo: “Cantó un tema que hice con Emilio de la Peña (música) llamado “Me falta todavía una poesía” que le dedicamos a Elaida Blazquez. Es un tema muy fuerte, muy importante en mi vida. Sab dijo al público que para un cantante es muy importante tener al autor de la letra presente. Me emocionó mucho”.
Además, Vivi Verri en la Usina iba a realizar un concierto junto a Noelia Sinkunas y José Luis Lopetegui presentando “Palabras de Mujeres”. Como invitadas iba a estar Pizzo y Mirta Álvarez. “Este año muchos artistas participamos por primera vez. Es muy importante tener lugar en estos eventos que son una vidriera. Igual, nosotros trabajamos de forma autogestiva todo el año”.
“Estoy, estoy, estoy”, resume ella para resaltar su espíritu inquieto y su voluntad creadora. “Todo esto que me pasa, desde viajar hasta que canten mis tangos, lo vivo con emoción y espero nunca acostumbrarme”.
J.M.C.
Zamba por Santiago Maldonado
Marta Pizzo escribió una letra en homenaje al joven artesano, desaparecido y muerto durante una represión de Gendarmería en Chubut. “Estaba en Bariloche cuando pasó. Conviví con esa situación de mierda en el lugar. Un día me levanté y me puse a escribirlo. Hay un momento donde no te lo proponés, pero la fuerza de lo que está pasando se está metiendo en vos y tu sensibilidad. Vos no te resistís, dejás que eso me atrape y lo escribís”. Tiene música de Amelia Polverini y Juan Manuel Vértiz.
Se busca un gesto de amor
que está desaparecido.
No es que esté muerto o herido,
ni ha perdido su fervor.
Pide este Pueblo el favor
que busquen como es debido.
Se busca como el calor
en sures desprotegidos,
tras de un cristal aterido,
a orillas de algún temblor,
sobre el prohibido verdor
de un árbol que se ha caído.
La fuerza de algún cobarde
quiso callar su latido,
se olvidó que el sol nos arde
aunque parezca dormido.
Por más que duelan las carnes,
por mucho que haya sufrido,
se busca un gesto de amor
que nunca se irá al olvido.
Se busca un gesto de amor
que siempre toma partido.
No se esconde, ni se ha ido;
es dulce como un licor,
es mensajero, motor
y es soñador perseguido.
No canta ya el ruiseñor,
le falta un pichón al nido.
La luna encendió un gemido,
el mar perdió su color.
Por tanto que te han mentido
se busca un gesto de amor
