Este mes se celebran los natalicios de dos figuras clave para Balvanera como barrio de tango. Astor Piazzolla nació el 11 de marzo de 1921, hace 100 años. Fue bandoneonista, compositor y renovó el género en la segunda mitad del siglo XX. Por su parte, Enrique Santos Discépolo vino al mundo el 27 de marzo de 1901. Fue poeta, referente de la cultura popular y dramaturgo.
El centenario de Piazzolla, pese a la pandemia, motiva distintos homenajes. El más destacado es un ciclo de conciertos en el Teatro Colón, reabierto para la ocasión. Es organizado entre el coliseo porteño y la Fundación Astor Piazzolla.
Tiene a Daniel “Pipi” Piazzolla como curador artístico. Participa la Orquesta Estable del Teatro Colón, la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, la Camerata Bariloche, el Quinteto Astor Piazzolla, la Orquesta Escuela de Tango Emilio Balcarce, Proyecto Eléctrico Piazzolla y Escalandrum.
También son parte los directores musicales Luis Gorelik y Pedro Ignacio Calderón. El bandoneonista Juan José Mosalini, el guitarrista César Angeleri, los compositores y maestros del bandoneón Daniel Binelli y Néstor Marconi, el pianista Horacio Lavandera.
Además hay grandes solistas invitados como Amelita Baltar, Raúl Lavié, Jairo, Elena Roger, Susana Rinaldi, Gustavo Bergalli, “Zurdo” Roizner, Luis Cerávolo, Ricardo Lew, Carlos Rossi, Paula Maffía, Yamila Burich, Trío Lavallén-Estigarribia-Cabarcos.
En cuanto a homenajes en el espacio público, se debaten varias iniciativas en la Legislatura porteña. Entre ellas colocar una placa a la altura de la avenida Entre Ríos 505, lugar donde vivió Piazzolla, en Balvanera. Es iniciativa del bloque Vamos Juntos (oficialismo).
Otra propuesta, de la UCR, apunta a colocar una placa homenaje en el Conservatorio Superior de Música “Astor Piazzolla” sito en Sarmiento 3401, zona del Abasto. Allí también funciona el centenario conservatorio “Manuel de Falla”, cuya comunidad lucha hace años por una sede propia.
Vale recordar que en el pasaje Carlos Gardel en 2013 se inauguró una estatua a tamaño real de Piazzolla, la cual fue removida en 2019 luego de constantes hechos de vandalismo. Lo mismo ocurrió con otras figuras de reconocidos tangueros como Aníbal Troilo, Pugliese, Mariano Mores, Tita Merello.
Por otra parte, en 2003 se aprobó la Ley porteña N° 1.132, que autorizaba “el emplazamiento de un monumento conmemorativo al maestro Astor Piazzolla en el tramo peatonal de la Avenida Presidente Roque Sáenz Peña entre las calles Cerrito y Libertad”. El artista Carlos Alberto Martínez ganó el concurso para diseñarlo. Este tramo se llama “Paseo Astor Piazzolla” por Ley N° 2.204.
La norma original planteaba ubicar la estatua en Recoleta, en un sitio donde ya había una. En 2015 se enmendó la redacción para concretar el homenaje a Piazzolla, sin embargo esto no ocurrió.
Astor Piazzolla nació el 11 de marzo de 1921 en Mar del Plata y falleció en Buenos Aires el 4 de julio de 1992. Entre sus temas más representativos se encuentran: “Lo que vendrá”, “Adios Nonino”, “María de Buenos Aires”, “Balada para un loco”, “Chiquilín de Bachín”, “Las cuatro estaciones porteñas”, “Libertango”, “Oblivio”, “Ave María”, “Concierto para bandoneón y orquesta: Aconcagua”.
Compuso más de 600 obras, entre suites, conciertos para bandoneón, una ópera-tango y 44 bandas sonoras para cine.
Desde 1925 hasta 1936 vivió en Nueva York, donde tuvo sus primeros contactos con la música. Incluso en ese contexto conoció a Carlos Gardel y actuó de niño canillita en la película “El día que me quieras” (Paramount, 1935).
Comenzó a tocar con tan solo ocho años cuando su padre le regaló un bandoneón. Luego de ganar el concurso Fabien Sevitzky, viajó a Europa para estudiar música clásica y contemporánea con Nadia Boulanger, compositora y directora de orquesta francesa. Durante su estadía en París, formó una orquesta de cuerdas junto a los músicos de la Ópera de París Martial Solal y Lalo Schifrin. Con este último grabó “Two Argentinians in Paris” (1955). Durante su juventud tocó junto al compositor Aníbal Troilo.
Cuando regresó a Argentina en 1956, Astor Piazzolla formó el Octeto de Buenos Aires, grupo que influyó enormemente en la renovación del tango. En 1958 viajó a EE.UU. para grabar y emprender una gira. Durante su estadía en Puerto Rico, y tras enterarse de la muerte de su padre, compuso Adiós Nonino, una de sus grandes obras maestras.
En 1960 regresó a la Argentina y formó el Quinteto Nuevo Tango. Años después, Piazzolla comenzó a trabajar con el letrista Horacio Ferrer con quien compuso obras como “María de Buenos Aires” y “Balada para un loco”, que se convertiría luego en un gran éxito popular.
En 1985 recibió el premio Konex de Platino como mejor músico de tango de vanguardia de la historia Argentina. En ese mismo año fue nombrado ciudadano ilustre de Buenos Aires. Ganó el Primer Premio absoluto al mejor disco de la Música instrumental, el Empire Tractor Co, el Fabián Sevitsky y el Hirsch. Asimismo, fue nominado post mortem para los premios Grammy Awards en 1992 por Oblivion, reseñan los fundamentos de los proyectos para fijar los homenajes.
En cuanto a Discépolo, para evocar que se cumplen 120 años de su nacimiento, el bloque Frente de Todos presentó un proyecto de Declaración: “La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires conmemora el centésimo vigésimo aniversario del nacimiento del escritor, poeta, dramaturgo, cineasta, compositor y músico Enrique Santos Discépolo, más conocido como Discepolín, ocurrido un 27 de marzo de 1901 en el barrio de Balvanera”.
“De familia inmigrante, queda huérfano a los nueve años y luego de vivir con una tía, queda al resguardo de su hermano mayor, Armando, quien impregnó su vida presente y futura relacionándolo con la cultura, la música y el teatro. Compositor de grandes obras teatrales y musicales, Discépolo desarrolló en su prosa y en sus letras la representación del inmigrante, del barrio, los arrabales”.
“Este año 2021, justamente, se cumplirán 70 años de su partida (el 23 de diciembre de 1951). Pero dejó una estela de enseñanzas, anécdotas, obras y letras que resuenan en cada una y uno de nosotros que anhela que en esta Patria inicie su verdadera marcha hacia el porvenir que se merece”, concluyen los legisladores.
De hecho, en 2019 se impulsó un proyecto para colocar una placa en el inmueble de avenida Callao 765, donde vivió y murió Discepolín. “A diferencia de otros creadores populares que desplegaron su talento de modo instintivo y un tanto naif, para luego ser reivindicados por futuros exégetas, Discépolo fue siempre consciente de sus aportes. Podría incluso asegurarse que toda su producción artística está articulada por estilo común, un cierto aire o espíritu discepoliano que la gente reconoce inmediatamente, con afecto y admiración, como si su obra -más de una vez definida como “profética”- expresara el sentido común de los argentinos”, reflexionaba la iniciativa de la entonces legisladora Andrea Conde.
“Frases como «Que el mundo fue y será una porquería», «Vale Jesús lo mismo que el ladrón», «Cuando la suerte que es grela fayando y fayando te largue parao», «De chiquilín te miraba de afuera como esas cosas que nunca se alcanzan», «Cuando estén secas las pilas de todos los timbres que vos apretás», «Vivimos revolcaos en un merengue y en un mismo lodo todos manoseaos», «Carancanfunfa se hizo el mar con tu bandera y en un pernó mezcló a París con Puente Alsina», «Vi llorar la biblia junto al calefón», nos resuenan aún hoy en nuestras cabezas y oídos”, agregaba.
En el barrio de Balvanera hay un pasaje con su nombre, en torno a Callao y Corrientes. Es una curva donde antaño circulaba la formación ferroviaria La Porteña.
En la esquina del Pasaje y Corrientes hay una serie de placas conmemorativas, algunas fijadas por la asociación de Amigos de la avenida Corrientes.
En la primavera de 2019 el grupo Nacional Mosaico fijó una placa de venecitas con el rostro de Discepolín. Son los mismos autores de un conjunto de homenajes a Diego Maradona y los creadores de un Pañuelo Blanco en recuerdo de las Madres ubicado en la Plaza de Mayo, a metros de la icónica Pirámide.
J.M.C.
Fotos: Astor Piazzolla de Eugene Maynard/Redferns. Enrique Santos Discépolo de Annemarie Heinrich.