Este domingo al atardecer se realizó el festival antirepresivo No Toque Botón en el Club Atlético Fernández Fierro del Abasto (Bustamante 772). Fue en repudio a la represión sufrida por Damián Carracedo, pianista de Finisterre Tango y Juan Serén y los Últimos Floristas, entre otros proyectos.
La entrada fue libre y hubo cajas para hacer aportes voluntarios para colaborar con Damián Carracedo.
Iban a participar: Yesca; La Vagabunda; La Petit Vidú; Siniestra; Orquesta Típica Cambio de Frente; Los Hermanos Butaca; Juan Serén; Demoliendo Tangos; Tangócratas; Marisa Vazquez; Juan Lorenzo; Daniela Horovitz – Pacho Barroso; Quinteto Negro La Boca; La Rantifusa; Patricia Malanca; Quiero 24; Doña Flor; Presta-Heller-Bordas; Basaltar Carnavalero; Quipu Música Popular; La Biyuya; Laudate Dominum Cuarteto; Lucrecia Merico y Juan Iruzubieta; Bárbara Aguirre. Transmitió Radio CAFF
Sobre lo ocurrido a Damián Carracedo, desde el CAFF informaron: “Estaba de paseo en San Cayetano, su pueblo natal, sobre la costa bonaerense, al sur de Necochea. Salió a tomar algo a un bar junto a su novia y sus amigos. Un grupo de policías (locales y bonaerenses, llegados como parte del Operativo Sol) lo increparon, lo abordaron de mala manera y, ante la negativa de Damián de ser tratado de ese modo, lo molieron a golpes. Literalmente. Damián recibió piñas, patadas, palazos y terminó en el hospital… esposado. Sí, aunque estaba en estado de semi inconsciencia, los policías que lo agredieron creyeron que seguía siendo un peligro. Y entonces lo tuvieron esposado e incomunicado”.
“El médico del hospital local dijo que no tenía nada, sólo algunos golpes. Y no le realizó ningún examen. Quince horas pasó Damián esposado e incomunicado. Finalmente, una enfermera que lo reconoció, llamó a la madre de Damián (en un pueblo, se sabe, todo el mundo se conoce), que llegó al lugar y logró que lo trasladaran en la ambulancia. Damián tiene fractura de mandíbula y varias lesiones, producto de la golpiza. Lesiones que le van a impedir trabajar durante un buen tiempo. Que quede claro: semejante accionar policial no se justifica ni con alguien que está robando, ni causando disturbios o lo que fuera. Nadie merece un trato así”.
“Tampoco importa la condición laboral o social de una persona: ni un cartonero, ni una maestra, ni una médica, ni un obrero, ni un desocupado pobre, ni una estudiante universitaria de clase media merecen ese trato. Lo cierto es que Damián sólo salió a tomar algo con su novia y algunos amigos. Y, además, Damián es músico. Toca el piano, estudió en la Escuela de Música Popular de Avellaneda, forma parte del grupo Finisterre y de Juan Serén y los Últimos Floristas. Obviamente, el accionar policial es bestial, brutal, usen el adjetivo que se les ocurra. Pero hay que aclarar algo: la policía no actúa sola. Si un grupo de policías actúa de esta manera es porque el poder político que controla a la policía les permite actuar de ese modo”, enfatizan.
“Tanto el ministro de Seguridad de la provincia, Cristian Ritondo, como la gobernadora, María Eugenia Vidal, son responsables de lo que le pasó a Damián. ¿Por qué? Muy simple: supongamos los golpes fueron producto de un exceso de parte de un grupo de policías; supongamos también que el Ministro y la Gobernadora nada tienen que ver con la golpiza. Pues bien, que condenen este hecho y que aparten ya mismo a estos efectivos de la fuerza. Si no lo hacen, es porque son quienes están fomentando este tipo de acciones, quienes bajan esa consigna a la policía que tienen a cargo. No se trata de un eslogan simplista: es lógica pura. Hace más de dos años nació el FACAFF. Y lo que a primera vista parece un festival, en realidad es un colectivo de músicos que excede el hecho de compartir el escenario del Club Atlético Fernández Fierro durante el mes de agosto. La F de FACAFF no es de Festival, sino de Familia. Familia CAFF”, realzan.
“Como músicas y músicos, nos preocupa que este tipo de episodios sean cada vez más recurrentes en la Argentina. No nos preocupa la policía, sino las órdenes políticas que está recibiendo la policía. Nos preocupa la situación social del país. Como músicas y músicos, además, nos alarma el perjuicio que esta política trae sobre nuestro trabajo y nuestra vida. Pero además, como dijimos, el FACAFF es una familia. Y lo que le pasó a Damián es parte de lo que pasa en nuestra familia. Se metieron con la familia. Y como artistas y como familia, nuestro deber es responder”, concluyeron.
J.C.
Foto: CAFF
