Este martes, la entidad Vendedores Ambulantes Independientes de Once (VAIO) informó que continuará con sus ollas solidarias para trabajadores de la economía popular que por el aislamiento están impedidos de realizar su labor con normalidad.
En un extenso comunicado reflexionaron: “Los que trabajamos en la calle como vendedores ambulantes, manteros, artesanos o puerta a puerta, nos enfrentamos a la constante persecución por parte del Estado y las fuerzas policiales. En el marco de la pandemia, no hay lugar para nosotros en las medidas de Alberto Fernández.
Ningún gobierno desde que tenemos memoria nos ha garantizado empleo estable y en blanco. La mayoría de las veces nos encontramos compitiendo por un puesto de trabajo con compañeros que sufren las mismas necesidades que yo.
al escuchar los anuncios del presidente de la nación por cadena nacional, no pudimos sentir más que una profunda indignación y muchísima rabia. No solo por lo insuficiente y medieval de las medidas tomadas, sino que además se olvidó totalmente de nosotros, los más vulnerables en esta situación, los que vivimos al día. Los que trabajamos en la calle como vendedores ambulantes, manteros, artesanos o puerta a puerta, nos enfrentamos a la constante persecución por parte del Estado y las fuerzas policiales. En vez de ofrecernos una forma más digna y segura de llevar el pan a nuestras mesas, nos reprimen, nos confiscan la mercadería y nos maltratan, como si nosotros hiciéramos lo que hacemos por gusto. Los gobiernos son los que priorizan las ganancias de las patronales. Les permiten sobreexplotar a los laburantes en fábricas donde un obrero hace el trabajo de dos o más personas con los riesgos que eso implica o le reducen el salario”.
“No podemos dejar de pensar en que hace pocos meses nuestra compañera Beatriz, falleció una vendedora ambulante, que intentando escapar de la policía para que no decomisen su mercadería (algo a lo que ya estamos acostumbrados) fue atropellada por un coche en los alrededores de la estación de Once. Alberto Fernández anunció la cuarentena total, prohibiendo la circulación en la vía pública a toda la población, haciendo algunas excepciones con los trabajadores que se encargan de hacer funcionar sectores específicos como la alimentación. En su discurso no se refirió a las patronales que aprovechan para seguir vulnerando la salud de los laburantes, obligándolos a concurrir al trabajo, como si un paquete de galletitas hecha con grasa y azúcar, un seguro para el hogar, o la venta de tarjetas de crédito, fueran productos o servicios esenciales. ¿Y quienes son los encargados de cuidar nuestra salud según el Estado? Para cualquier persona con dos dedos de frente, especialistas de la salud, equipados con los materiales necesarios, incluido el test para detectar el Covid-19, sería la respuesta. En cambio, llenaron la calle con, nada más ni nada menos, con los responsables de la muerte de Beatriz, de Carlos Fuentealba, de la desaparición de Luciano Arruga, de la muerte de Santiago Maldonado. Llenaron la calle de policías y gendarmes, como si la cura contra el Covid-19 fuera la mano dura y la represión”.
“El presidente en su discurso dijo que con el correr de los días anunciaría medidas para los sectores más precarios. Siento, al igual que la mayoría de los vendedores ambulantes, manteros y artesanos, que nuestro problema se viene posponiendo hace años. Nos falta empleo seguro y sin los riesgos que corremos al trabajar en la calle, lugar en el que estamos por necesidad, porque no nos dan otras opciones para no morir de hambre. Mientras el presidente piensa que solución nos puede dar, muchos de nosotros vemos la cara de nuestros hijos junta a la alacena vacía, mientras los empresarios siguen llenando sus bolsillos y utilizan la crisis para seguir flexibilizando y despidiendo gente. La única salida posible ante está situación es prohibir los despidos y poner los recursos del Estado en función de las necesidades de la clase trabajadora, desempleados o en situación de calle, destinar el dinero que se utiliza para pagarle al FMI y en subsidios a la Iglesia y poner impuestos a las empresas privadas. La prioridad hoy más que nunca debe ser la salud y bienestar de la población. es por ello que nuestra organizacion vendedores ambulantes Independientes de once atravez de nuestra referente luzmery Villanueva en conjunto con la MTE Y UTEP estaremos pronto haciendo nuestra olla popular en que daremos una lucha para que no tomen en cuenta que al igual que todos somos trabajadores de la economía popular y que también pasamos hambre ya que pasamos casi más de cinco meses sin poder trabajar”, concluyeron.
J.C.
Foto: VAIO