Las legisladoras porteñas por Unidad Ciudadana, Lorena Pokoik y Victoria Montenegro presentaron un proyecto de ley para expropiar el inmueble de Bulnes 23-27 para ampliar las instalaciones de la Escuela de Cerámica N°1 (Bulnes 45). La comunidad educativa dice que hace falta un comedor, un salón de usos múltiples y espacio para hacer actividad física. También se llama a poner en valor el inmueble que en la actualidad usa la institución.
El plan que proponen Pokoik y Montenegro tiene dos etapas. La primera: “”La autoridad de aplicación deberá proceder al acondicionamiento y puesta en valor interior y exterior del inmueble a fin de garantizar su funcionamiento como establecimiento educativo, en cumplimiento de la normativa correspondiente y la Ley Nacional 24314 relativa a la accesibilidad de personas con movilidad reducida”.
La segunda etapa expone: “Inaugurado el edificio aledaño, la autoridad de aplicación deberá proceder a realizar las refacciones necesarias en el edificio propio de la Escuela, conservando y poniendo en valor su casco histórico donde funciona, desde su inauguración el Taller en cumplimiento de la normativa correspondiente y la Ley Nacional 24314 relativa a la accesibilidad de personas con movilidad reducida”.
A la hora de defender esta iniciativa, citan la Ley de Educación Nacional N° 26.206 y la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires, en su artículo 24. “La comunidad educativa de la Escuela de Cerámica N° 1 viene realizando distintas actividades de visibilización del reclamo por mejoras edilicias”, añade.
“Recientemente la jueza de primera instancia en lo contencioso administrativo, Paola Cabezas Cescato falló a favor del amparo presentado por padres y madres de estudiantes de la escuela, quienes por razones de seguridad demandan la intervención del ejecutivo, instándolo a cumplir con su obligación de garantizar el derecho la educación condiciones dignas y desde una perspectiva inclusiva. A ellos y ellas se suma ahora la sentencia (N° A2643-2016/0) que le ordena presentar un plan de acción –cuyo plazo venció el 20 de mayo de 2018- para proceder a efectuar los trabajos pendientes de ejecución con relación a las vías de evacuación y circulación, revestimientos contra incendios, y sistema de detección de humo”, exponen.
Se menciona que también “es preocupante el estado del primer piso del Taller, cuya estructura de madera cuenta ya con muchos años, y en la medida en que la escuela se ha visto obligada a alojar allí más mesas de trabajo para el desarrollo de más asignaturas en simultáneo, cuando es necesario realizar actividades con todos/as los/as estudiantes de todos los cursos y el clima no acompaña para usar el patio descubierto, se utiliza el primer piso del taller, y éste podría no soportar el peso de la presencia de esa cantidad de gente (aproximadamente 100 personas)”.
“El taller es un espacio abierto en el que se trabaja con arcilla, pigmentos, esmaltes, etc., y con los ruidos propios de la manipulación de los materiales y herramientas; por lo tanto no es un espacio adecuado para el dictado de materias como inglés, matemática, etc., que implican otra forma de trabajo tanto para docentes como para estudiantes”, se agrega.
“Con el crecimiento sostenido de la matrícula, por un lado, y la reformas en los planes de estudio que suman instancias curriculares, que demandan, va de suyo, espacios físicos destinados al dictado de las mismas, la escuela se ve en este momento con serias dificultades para congeniar la distribución de los espacios para las actividades curriculares y la necesidades propias del estar en la escuela, habitar la escuela, disfrutar la escuela. Dependen completamente de las condiciones climáticas que se presentan día a día para realizar actividades institucionales masivas como actos y jornadas, y las actividades cotidianas de esparcimiento y almuerzo de los estudiantes, ya que todas estas se realizan en el patio central descubierto. En esto, es de considerar que la intensificación de la carga horaria por la especificidad de la formación que brinda hace que los/as estudiantes tengan todos los días actividades en contra turno, de modo que almuerzan en la escuela; las autoridades de la escuela han destacado la precarización nutricional de las viandas que reciben (sólo 100 para 300 estudiantes) y la necesidad imperiosa de contar con un espacio del comedor para poder implementar la vianda caliente”, exponen desde la comunidad educativa.
“También resulta insoslayable la necesidad de contar con un Salón de Usos Múltiples, por lo anteriormente expuesto respecto de las actividades institucionales en el taller, por un lado, y por el otro atendiendo a los requerimientos de las actividades de Educación Física: actualmente los/as estudiantes se trasladan a tres predios de carácter privado: Nueva Generación, Estrella de Boedo y Costas, siendo este ultimo el único que queda en las inmediaciones de la escuela, y con los consecuentes problemas de seguridad que implican los traslados hasta estos predios sin acompañamiento de adultos/as de la escuela. El S.U.M. podría destinarse, dependiendo sus dimensiones, para las actividades de Educación Física”, dice el proyecto.
“La necesidad de acrecentar el número de aulas para contener la cantidad de materias que se dictan en simultáneo. Hoy en día la escuela tiene lugar para sostener, en el Turno Tarde, dos divisiones de 1er. y 2do. años, y sólo una división de 3ero. a 5to. años; pero es de destacar que la implementación de la Nueva Escuela Secundaria, que actualmente abarca hasta los 4tos años, obliga al equipo de conducción a estar permanentemente asignando y reasignando los espacios, y terminar enviando al taller a docentes de materias “teóricas” con sus estudiantes. La ampliación de la escuela permitiría aumentar las vacantes disponibles (hoy ascienden a 300), considerando que en los últimos años los/as estudiantes inscriptos/as superaron las vacantes que la escuela puede ofrecer actualmente”, concluye el proyecto de ley para la escuela pública de Almagro.
J.C.
Foto: Escuela de Cerámica Nº 1 – Blogger
