Ayer de mañana estuvo, como habíamos anunciado, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, inaugurando la placita de Medrano y Mitre, recientemente construida sobre la trinchera del ferrocarril Sarmiento.
Como prometido apenas pasada las diez de la mañana del día martes ya se encontraba Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de la Comuna 5, Marcelo Bouzas y una comitiva y ante decenas de vecinos presentando el nuevo espacio verde de Almagro, que luego de su plaza homónima apenas contaba con el Patio Salguero (y el deseo vecinal de un nuevo espacio por Rocamora y Pringles).
Ante el jefe de gobierno el cholulaje pudo más que la prensa vecinal, porque la demanda de selfies con el jefe de gobierno fue tal que preferimos quedarnos al margen y en cambio cruzar unas palabras con Bouzas, a quien le habíamos perdido la pisada luego de una licencia pero que ya en los últimos días hemos visto patear por Almagro junto con su jefe en un par de oportunidades. Él nos confesó que el plan es seguir con el techado de la trinchera del Sarmiento por nuestra zona.
Porque este espacio es parte de un plan mucho más ambicioso -que en su momento había sido presentado por el entonces jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra- el Corredor Verde Oeste, un parque lineal que correrá desde el Once hasta Liniers por sobre la vía del Sarmiento. En la gestión de Ibarra había sido aprobado y hasta se había consignado una empresa para el primer tramo, sin embargo, los años de transición de Jorge Telerman suspendieron el sueño de los vecinos de una larga lista de barrios y durante los años de Mauricio Macri la cuestión en lo concreto no avanzó mucho. Hay que reconocerle a Rodríguez Larreta que durante este tiempo a cargo del ejecutivo porteño se ha logrado que el Parque de la Estación comience, al igual que la Manzana 66, así como también tramos del corredor verde, como esta primer placita que incluye la rectificación de la calle Mitre justo en el cruce con Medrano.
Como no podía ser de otro modo por los momentos que estamos viviendo como país, en cuanto a lo económico e incluso su impacto a nivel social, hubo gritos hacia esta pequeña multitud con palabras del tipo “ladrones” y cosas así. Lo más triste fue el cierre donde un señor muy enojado se quejaba a los gritos con el jefe de Gobierno -que apenas pudo escapó en un auto- por la situación del país, a lo que se sumó una señora también muy encabronada… El ejecutivo contó con apoyo de un par de vecinas. La grieta se mostró así en el nuevo espacio e incluyó no solo comentarios sobre la economía sino también el tema aborto -por un pañuelo verde- con frases poco acertadas como “asesina de bebés” y no sé cuántas cosas descolgadas más… Todo síntoma de época: enojo, pasión por un bando y poca reflexión.
Me limité a observar y notar como el enojo hace estragos y hasta nos impide disfrutar de un logro para el barrio. Sin embargo, ¿quién le puede negar al vecino que el mismo equipo del funcionario que presentó este espacio está fundiendo el país mientras los más ricos se hacen cada vez más ricos? Está en nosotros reconocer los logros y cuestionar con argumentos lo criticable, siempre con intención de mejorar nuestro barrio, nuestra ciudad y nuestro país. Así que hoy, pese a todo, agradezco un espacio público más.
R.S.