“En el juego somos todos iguales, la calle es publica, no hay que pagar, no hay jerarquía. Son pibes y pibas jugando, se aprende un montón”, aseguran los impulsores de “Salir a jugar”, una propuesta basada en la enseñanza de un psicopedagogo italiano. El primer sábado de cada mes entre las 14 y las 17 se corta la calle Agrelo, entre 24 de noviembre y Sánchez de Loria, para que los más chicos del barrio de Balvanera y alrededores disfruten de actividades al aire libre.
Esta es una actividad promovida desde hace más de un año por el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Gobierno porteño, Escuela Abierta y Centros de actividades infantiles y juveniles (Ministerio de Educación de CABA). Se replica en otros barrios de la Ciudad y a nivel local cuenta con apoyo de la Comuna 3 (Balvanera y San Cristóbal), que colabora con la logística del corte.
La actividad se desarrolla frente a la Escuela Primaria Común N° 12 República del Paraguay, cerca de la cortada con el paredón del Hospital Ramos Mejía, pero con el tiempo y el boca en boca trascendió el territorio y ya asisten niños y familias de Boedo y el sur de Almagro.
Se trata de una propuesta que genera “tiempo y lugar para que la niñez vuelva a jugar en la Ciudad”, destacan fuentes comunales.
“Es un hueco en la vida normal del barrio, se corta la calle tres horas así los chicos y chicas pueden disfrutar. No hay juego reglado, no venimos a proponer un juego puntual, los chicos y chicas tienen herramientas a mano como tizas o pelotas y hacen lo que más tienen ganas”, asegura Juan Pedro, referente del Consejo.
“Tenemos chicos de 11 o 13 años que no tienen espacio para jugar. Tal vez tienen una bicicleta en la casa, pero no saben andar. No hay tiempo ni espacio para practicar”, detalla sobre problemáticas actuales con los menores y la forma en que se crían.
Ante este panorama, resalta que es importante la presencia de las familias en “Salir a jugar”. “Por ejemplo, un chico está jugando a un jenga gigante con su mamá. Tranquilamente esto lo podrían hacer en su casa, pero acá tiene otro sentido. Le ganás al auto, ganás espacio en la calle, al aire libre”, señala Juan Pedro.
El referente del Consejo señala que “Salir a jugar” es una iniciativa impulsada por el psicopedagogo italiano Francesco Tonucci, quien propuso en pandemia que las ciudades adhieran al Proyecto “La Ciudad de las Niñas y niños””.
En la Fundación Franceso Tonucci explican: “El Proyecto hace frente a la situación de crisis que vive la ciudad moderna que fue creada bajo las necesidades de un sólo tipo de ciudadano; el adulto, hombre, trabajador y motorizado. Una ciudad cuyo espacio público no es el escenario de encuentro y disfrute para las personas sino el escenario de graves problemas de tráfico vehicular, congestión, inseguridad y contaminación”.
“El objetivo de la Ciudad de los Niños es poner a los niños en el centro de las decisiones políticas de la ciudad, conscientes de que, como dice Tonucci, si una ciudad es buena para los niños, será una buena ciudad para todas las categorías de ciudadanos”, agregan.
En palabras de Juan Pedro: “Ante la pandemia, cuando el mundo se paralizó y se confinaron las infancias, surgió la idea de devolverle un poco de calle a los chicos y chicas”.
El referente del Consejo se muestra preocupado ya que, habiendo quedado atrás la pandemia, continúa, e incluso aumenta, el “uso y abuso de pantallas” de celulares y computadoras. También hay casos de chicos que abandonan la vida analógica y su única actividad es online, desde redes sociales hasta juegos de video. Lo define como “algo que parece ciencia ficción, pero está pasando ahora”.
“Están saliendo los resultados de estudios que alertan que esto es serio, ya no es chiste. El abuso de las pantallas y la falta de contacto social trae problemas cognitivos. Hay pibes que no pueden construir lenguaje. Hay casos, como en Europa y en Asia, en donde hay chicos y adolescentes que no salen a la calle, elijen solo la vida virtual”, problematiza.
“El juego es un desarrollador cognitivo de personalidad”, resalta Juan Pedro y alienta a que esta actividad se replique en más barrios y continúe a lo largo del tiempo.
En Almagro hay otras instituciones promoviendo el juego para la niñez. Véase en el número pasado los 10 años de “A jugar en la vereda” que se plantea en Don Bosco y Quintino Bocayuba. Y en pleno Abasto, Humahuaca y S. de Bustamante, donde la Casona Cultural Humahuaca viene presentando con mucho éxito ésto desde hace exactamente 24 años en mayo.

J.M.C.

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