Hoy a las seis de la mañana se quemó el puesto de flores de Rivadavia y Callao. Las llamas afectaron el frente de la Confitería del Molino, que está rodeada de mediasobra y andamios.
El andamio y las mallas están desde hace años para evitar la caída de ornamentaciones del edificio. Datan de principios del siglo XX desde Italia.
El 13 de agosto se firmó el convenio entre la Comisión Bicameral Administradora del Edificio, cuyo presidente es el diputado Daniel Filmus, y los Gobiernos de Nación y de Ciudad. Bajo el control del Congreso, la Confitería será un museo y un lugar gastronómico.
La Confitería fue inaugurada el 9 de julio de 1916. Sus primeros dueños fueron las familias de panaderos Brenna y Rocatagliatta. Luego de sucesivas concesiones, el lugar cerró en 1997. Luego fue vandalizado.
El año pasado el Gobierno nacional pagó $181.000.000 a las firmas Argital SA y Rocabren, últimas dueñas, por el inmueble. Este año la titularidad pasó al Congreso de la Nación.
La Confitería del Molino fue nombrada Patrimonio Histórico del Art Nouveau y símbolo de la vanguardia de la Belle Époque por la UNESCO en el 2000.
J.C.
