La legisladora porteña Lucía Cámpora (Frente de Todos) presentó un proyecto para declarar de interés cultural a la obra “Olvidate del matadero” de autoría de los dramaturgos Pablo Finamore y Claudio Martínez Bel. Se exhibe los viernes a las 20.30 hs en el Teatro del Pueblo del barrio de Almagro.
El proyecto fundamenta: “La obra funciona como relectura de nuestra historia y convoca a repasar nuestra literatura. A través de una actuación deliciosa y conmovedora, nos invita a conocer y repensar nuestras raíces e interpela al público actual para poner en discusión pasado y presente. A su vez, consideramos de suma importancia que esta Legislatura pueda reconocer el aporte a nuestra cultura y desenvolvimiento como sociedad que representan exponentes del teatro independiente como es “Olvidate del Matadero””.
Cabe destacar que la obra formó parte de los eventos Fiesta CABA – INT y de Argentina Florece-CABA-INT- 2da Edición y recibió la nominación a los Premios ACE 2022 por la categoría “Mejor Actuación masculina en obra para un solo personaje”.
La obra “Olvídate del Matadero”, dirigida por Claudio Martínez Bel e interpretada de manera unipersonal por Pablo Finamore, se estrenó en el año 2021 y actualmente se exhibe en el Teatro del Pueblo. Propone una reinterpretación poética, histórica y teatral del célebre cuento “El Matadero” escrito por Esteban Echeverria en el siglo XIX.
Las acciones se desarrollan en el año 1840, poco tiempo después de esa jornada en el matadero durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas y a casi dos años de la muerte de Encarnación Ezcurra. El protagonista, “Misky”, “el opa”, es el hijo de una criada y trabaja para Don Esteban Echeverría. Es en esa casa donde aprendió las letras que lo convirtieron en un lector compulsivo, aunque no termina de comprender plenamente aquello que lee. Guarda en sus bolsillos fragmentos de diarios y publicidades que repasa apasionadamente y recuerda con llamativa precisión.
“Misky” se topa, de repente, con un borrador de “El Matadero”. Lee el cuento sin permiso, a escondidas, y el patrón lo amenaza con meterlo preso si no olvida lo leído. Pero olvidar es difícil porque “Misky” estuvo ahí, ese día, en el matadero, y los recuerdos se mezclan, superponen y contradicen con las letras. A lo largo de la obra, el protagonista intenta cumplir con la instrucción de Don Esteban y por eso vuelve una y otra vez a repasar aquella jornada, intentando que el recuerdo reemplace al cuento. Trae otras voces que no figuraban en el relato de Echeverría, entre ellas la de Lucio Mansilla- militar, político y escritor argentino, sobrino de Rosas- quien aparece como niño de 9 o 10 años. Con tanta ingenuidad como pasión, el protagonista se esfuerza por olvidar pero también por comprender por qué su vivencia no coincide con el relato del “patroncito”. La feroz carga antirrosista de “El Matadero”, considerado el primer cuento argentino, es matizada por la reflexión y las dudas del personaje.
J.C.
Foto: Teatro del Pueblo
